Vidas rotas / 2
Las bombas del 11-M dejan tras de sí dramas familiares y esperanzas truncadas
Ana, embarazada de siete meses, y su marido, Jesús, iban a bautizar a su hijo con el nombre de Samuel, que ya tenía marcada una fecha para nacer: el 22 de mayo. Osama, inmigrante marroquí, le mandó la noche antes del 11-M un mensaje de móvil a su novia, Bea, que decía: "Habebe... eres mi vida". Félix, militar que había sido casco azul en Namibia, no telefoneó a su hijo pequeño para felicitarle por su cumpleaños, lo que inquietó a su mujer. Enrique, inmigrante dominicano, se salvó de la primera explosión y murió en la segunda por ayudar a los heridos. Gloria Inés no podrá llamar a su hij...
Ana, embarazada de siete meses, y su marido, Jesús, iban a bautizar a su hijo con el nombre de Samuel, que ya tenía marcada una fecha para nacer: el 22 de mayo. Osama, inmigrante marroquí, le mandó la noche antes del 11-M un mensaje de móvil a su novia, Bea, que decía: "Habebe... eres mi vida". Félix, militar que había sido casco azul en Namibia, no telefoneó a su hijo pequeño para felicitarle por su cumpleaños, lo que inquietó a su mujer. Enrique, inmigrante dominicano, se salvó de la primera explosión y murió en la segunda por ayudar a los heridos. Gloria Inés no podrá llamar a su hijo en Colombia, que hoy cumple 15 años. Las bombas dejaron un reguero de historias sencillas, cotidianas, entrañables. Materia de recuerdos para familiares y amigos sumidos hoy en el dolor.