Análisis:BOLSAS

Llega el papel

La debilidad de la economía estadounidense, en lo que se refiere a la creación de empleo, junto con los altos precios de los mercados de valores europeos, ha facilitado una importante retirada de beneficios. Además, las fricciones entre el Gobierno argentino y el FMI han servido para recordar a los inversores españoles que la crisis de la zona pasa por una simple fase de letargo y que los riesgos, aunque menores que hace unos meses, todavía son reales.

La suma de todas estas variables ha afectado con fuerza a los grandes valores españoles, la mayoría de ellos con intereses en Latinoamér...

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La debilidad de la economía estadounidense, en lo que se refiere a la creación de empleo, junto con los altos precios de los mercados de valores europeos, ha facilitado una importante retirada de beneficios. Además, las fricciones entre el Gobierno argentino y el FMI han servido para recordar a los inversores españoles que la crisis de la zona pasa por una simple fase de letargo y que los riesgos, aunque menores que hace unos meses, todavía son reales.

La suma de todas estas variables ha afectado con fuerza a los grandes valores españoles, la mayoría de ellos con intereses en Latinoamérica, con especial incidencia en el sector bancario, en el que SCH y BBVA han pagado los platos rotos. Visto el ambiente que se imponía en los mercados, muchos inversores optaron por la retirada preventiva, situación que aportó el papel que faltaba en las jornadas anteriores, pero que no se encontró con el dinero de cara, salvo en casos muy contados.

El Ibex 35 terminó esta sesión con un recorte del 0,99% que le sitúa otra vez por debajo de los 8.300 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid cedía el 0,87% y quedaba en 867,41.

La contratación en el Mercado Continuo mejoró ligeramente respecto del día anterior, hasta alcanzar 1.596,82 millones de euros, y con una aportación mínima por parte de las instituciones. Los inversores no se fían del cariz que están tomando los acontecimientos, sobre todo porque Wall Street sigue sin reaccionar ante una coyuntura económica en la que la creación de empleo parece haber pasado a un segundo término.

A media sesión de ayer, el índice Dow Jones de valores industriales cedía el 0,56% y se situaba por debajo de los 10.500 puntos, justo en una semana en la que no se van a conocer indicadores económicos importantes y en la que los mercados podrían actuar sin presiones.

Las bolsas europeas tuvieron reacciones muy negativas, con la excepción de Londres, que sólo bajaba el 0,26%. La Bolsa de París perdió el 1,17% y la de Francfort, el 1,41%, esta última empujada por el dato de producción industrial de enero, que resultó peor de lo esperado.

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