Crónica:

El Madrid contiene a un vigoroso Racing

El equipo de Queiroz se encuentra con un Regueiro crecido y con sus dificultades habituales en El Sardinero

El Madrid atravesó las dificultades de rigor en El Sardinero, donde los ligeros y dinámicos delanteros del Racing se las pintan para comprometer a la defensa madridista. Lo hicieron en la primera parte, con el zurdo Regueiro a la cabeza. También es costumbre. Regueiro casi siempre saca el repertorio frente al Madrid. Esta vez se encontró con una facilidad añadida: Mejía jugó como lateral derecho y extrañó el puesto. No encontró la forma de parar al hábil extremo uruguayo, que protagonizó la mayoría de las oportunidades del Racing. No fueron muchas porque el Madrid consiguió equilibrar el encue...

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El Madrid atravesó las dificultades de rigor en El Sardinero, donde los ligeros y dinámicos delanteros del Racing se las pintan para comprometer a la defensa madridista. Lo hicieron en la primera parte, con el zurdo Regueiro a la cabeza. También es costumbre. Regueiro casi siempre saca el repertorio frente al Madrid. Esta vez se encontró con una facilidad añadida: Mejía jugó como lateral derecho y extrañó el puesto. No encontró la forma de parar al hábil extremo uruguayo, que protagonizó la mayoría de las oportunidades del Racing. No fueron muchas porque el Madrid consiguió equilibrar el encuentro en el segundo tiempo, que le dejó la pésima noticia de la lesión de Ronaldo a cuatro días del duelo con el Bayern.

RACING 1 - REAL MADRID 1

Racing: Ricardo; Cristian, Pablo Casar, Juanma, Ayoze; Diego Mateo (Matabuena, m. 80), Nafti (Afek, m. 85); Morán, Benayoun, Regueiro; y Javi Guerrero (Bodipo, m. 67).

Real Madrid: Casillas; Mejía, Helguera, R. Bravo, R. Carlos; Beckham, Guti; Figo, Solari (Juanfran, m. 93), Zidane; y Ronaldo (Núñez, m. 74).

Goles: 0-1. M. 27. Solari recibe un pase de Zidane al borde del área y dispara raso.

1-1. M. 31. Regueiro saca una falta, el balón queda muerto y Benayoun empuja a gol.

Árbitro: Medina Cantalejo. Expulsó por doble amonestación a Mejía (m. 94). Amonestó a Ayoze, Zidane, Guti, Casar, R. Carlos, Bodipo,Carlos Queiroz (entrenador del Madrid) y Beckham.

Unos 22.000 espectadores en El Sardinero.

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Son habituales los buenos partidos del Racing frente al Madrid. Éste no fue de los mejores, pero suficiente para hablar de un encuentro muy discutido, con más ardor que fútbol. El Racing, que arrancó a toda máquina, perdió pujanza y no dudó en trabar el juego en el medio campo, donde abundaron las faltas y las amonestaciones, de manera que el fútbol fue intermitente, sin jugadas para el recuerdo. Desde el principio fue evidente que el protagonista local era Regueiro, jugador de clase que se crece frente al Madrid. Dos incursiones suyas terminaron con remates de Benayoun y Javi Guerrero, en lo que parecía una intensa noche para Casillas. No lo fue porque Regueiro no encontró demasiada ayuda. Javi Guerrero, Benayoun y Morán amenazaron, pero no dieron.

El sufrimiento de Mejía no derivó en males mayores para su equipo. Está claro que el chico es un central de nacimiento y que cualquier otra posición le incomoda. Midió mal, no le encontró la distancia a Regueiro y siempre funcionó un poco pasado de revoluciones. Beckham no le ayudó en los momentos críticos, que se produjeron principalmente en el primer trecho del partido. El Racing decidió acosar a los defensas del Madrid, que no tuvieron respiro para mover la pelota. Cuando apareció la fatiga, la presión quedó en poca cosa. Sin embargo, el Madrid no movió el balón con soltura.

El juego de Guti creció durante el encuentro, pero a su alrededor encontró la última versión de Beckham, que ha perdido identidad. Ahora misma actúa de aguador de Guti. Recorre todas las millas del mundo, pero no acaba de desvelar su función, preso de algo parecido al caos. Le falta el mapa del juego. Zidane, que ocupó el puesto del lesionado Raúl, tuvo una noche irregular, sin grandes detalles. Y Ronaldo fue sometido a una vigilancia extrema por parte de los centrales del Racing. No le permitieron una carrera en toda la noche.

El segundo remate del Madrid fue gol. También suele ser parte del guión. Lo anotó Solari, que coronó una buena jugada iniciada por Figo, activo en la recuperación de la pelota. Solari enganchó un buen remate cruzado que superó a Ricardo, quizá demasiado volcado hacia el palo derecho. El Madrid estaba donde quería. Había solucionado sus tempranos problemas defensivos, el juego se había equilibrado y el resultado era perfecto. Pero no tuvo la oportunidad de manejar el partido a su conveniencia. Tres minutos después, falló todo el mundo en el área, incluido Casillas, y Benayoun se encontró con la portería abierta tras el saque de una falta. Eso también va en la paga del Madrid, cuyas concesiones en este tipo de jugadas le cuestan muy caro.

El partido no perdió vigor, aunque el juego fue irrelevante. El Racing gastó toda su munición en su vibrante arrancada y luego no tuvo claridad ni energía. Sólo la posibilidad de Regueiro tenía un aire amenazante para Casillas. De hecho, se encontraron mano a mano los dos en el inicio del segundo tiempo, tras un nuevo error de Mejía. En esas circunstancias, Casillas es alguien. Tapó el ángulo y el remate al extremo, que vio la portería como un dedal. Desde ahí, el Racing no tuvo nada más que decir. El Madrid tampoco dijo demasiado. Figo comenzó a meter en problemas al brioso Ayoze, sin que los delanteros remataran la faena. Ronaldo se fue del partido sin un mal tiro y con una preocupante lesión. Sufrió un tirón al disputar de cabeza un centro y salió del campo con la pierna rígida, la peor noticia posible con el Bayern a la vista.

Ronaldo, en el suelo, es atendido de su lesión por el doctor Del Corral.REUTERS

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