La facturación de la literatura en catalán bajó el 25% entre 1999 y 2002

Alzueta dice que las editoriales en esta lengua están en "quiebra técnica"

La venta de libros en catalán en Cataluña todavía no se corresponde con los datos que se tienen sobre el uso de la lengua. En 2002, el porcentaje de ventas creció hasta el 36,43%, dos puntos más que en 1999, cifra que indica una tendencia al alza. Sin embargo, los números todavía distan de los índices conocidos sobre el uso de la lengua. El Informe de comercio interior del libro 2002 indica que la facturación por las ventas de literatura en catalán -tanto la escrita originalmente en esta lengua como la traducida- bajó el 25% entre 1999 y 2002.

Manuel Sanglas, presidente de la Aso...

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La venta de libros en catalán en Cataluña todavía no se corresponde con los datos que se tienen sobre el uso de la lengua. En 2002, el porcentaje de ventas creció hasta el 36,43%, dos puntos más que en 1999, cifra que indica una tendencia al alza. Sin embargo, los números todavía distan de los índices conocidos sobre el uso de la lengua. El Informe de comercio interior del libro 2002 indica que la facturación por las ventas de literatura en catalán -tanto la escrita originalmente en esta lengua como la traducida- bajó el 25% entre 1999 y 2002.

Manuel Sanglas, presidente de la Asociación de Editores en Lengua Catalana y de la Setmana del Llibre en Català, en cuyo marco se dieron a conocer ayer los datos, celebró la tendencia al alza de la venta de libros en catalán, pero advirtió de que el porcentaje todavía está lejos "de los índices que dicen que el 50% de la población tiene el catalán como primera lengua y que el 90% utiliza indistintamente el catalán y el castellano". Ayer mismo, la Setmana acogió un debate entre editores, libreros, escritores e instituciones públicas en que se dio cuenta de la situación. De "malestar" la calificó el moderador, Vicenç Villatoro. El más duro fue Miquel Alzueta, fundador de Columna, editorial que todavía dirige pero que está ahora en el Grupo Planeta: "Las editoriales que publican en catalán están en quiebra técnica. Autores que hace 20 años vendían 80.000 ejemplares venden ahora 20.000. Los que vendían 10.000 venden 4.000. Y el 90% de los libros editados en los últimos tiempos no han superado una tirada de 1.000 ejemplares".

El informe es un desglose para Cataluña del Estudio de comercio interior del libro en España, elaborado por la empresa Precisa para la Federación de Gremios de Editores de España. En 2002, último año del que el sector posee datos globales, los editores radicados en Cataluña facturaron por valor de 1.426 millones de euros, el 1,3% menos que en 2001, y publicaron 26.114 títulos, 8.183 de ellos en catalán. La facturación realizada en Cataluña rozó los 626 millones de euros, de los que 397,8 proceden de los libros publicados en castellano y 228 de los editados en catalán. El peso de las empresas editoriales catalanas respecto del total de España sigue también decreciendo paulatinamente. En 1999 la facturación del sector en Cataluña suponía el 60,2% del total español; en 2002 fue del 53,3%.

Si el porcentaje de las ventas de literatura en lengua catalana -autóctona o traducciones- ha bajado en los últimos años el 25% ha sido en beneficio de las ventas de libro escolar e infantil y juvenil. En 2002 se vendieron libros escolares por valor de 97,9 millones de euros, casi el 43% del total, y libros infantiles y juveniles por valor de 44 millones de euros, el 19,32% del monto global. En cambio, la literatura en catalán sumó 26,7 millones de euros, el 11,73% del total, cuando en 1999 la cifra fue de 35,49 millones de euros, el 16,6% en la suma de las diversas materias.

En el debate, la escritora Empar Moliner atribuyó la situación a la deserción de muchos lectores: "Nos hemos cargado al público". Y de aquí pasó al apoyo genérico de la Generalitat a la publicación en catalán: "Es una perversidad que ha hecho que se editaran libros que no interesan ni a la madre del autor". La directora general de Promoción Cultural de la Administración catalana, Assumpta Bailac, insinuó cambios en ese sentido: "Hay que replantear el apoyo genérico porque no se puede apoyar todo. Hay que introducir elementos cualitativos", una cuestión peliaguda, a juicio de los editores, que se preguntaron con qué criterios se establecerán los criterios de selección.

Albert Pèlach, director general de Grup Enciclopèdia Catalana; Eudald Tomasa, de Angle Editorial, y Ernest Folch, director editorial de Grup 62, recordaron que el catalán juega en desigualdad de condiciones respecto del castellano, constataron que se está en una situación de cambio y diversificación en los gustos de los lectores, y discreparon de Alzueta en que las editoriales en catalán estén en situación de quiebra.

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Folch pidió a las administraciones un "proteccionismo descarado, a la francesa", en defensa de la edición en catalán. Al descender las tiradas, el precio crece y se llega en peores condiciones a las librerías. "Hasta que no estemos en igualdad de condiciones, no conoceremos la medida de las posibilidades del catalán", afirmó.

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