Reportaje:PAISAJE CON VOTANTES | Elecciones 2004

"Ahora somos más realistas"

Intermón Oxfam moviliza a 100.000 colaboradores para que se oiga su voz

En la primera legislatura del PP le invitaron a La Moncloa cinco veces, incluso su inquilino preguntó en broma si ese señor tenía habitación allí. En esta segunda legislatura, ninguna. El desplante lo atribuye a que ya no le necesitan. Ignasi Carreras, barcelonés, 47 años, ingeniero industrial, máster de empresas y ocho años al frente de Intermón Oxfam -la decana de las ONG dedicadas a la cooperación en España-, está convencido de que José María Aznar acudió a él para forjarse un perfil de centro, para hacerse la foto.

Su larga experiencia en esta ONG, fundada por los jesuitas en 1956 y...

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En la primera legislatura del PP le invitaron a La Moncloa cinco veces, incluso su inquilino preguntó en broma si ese señor tenía habitación allí. En esta segunda legislatura, ninguna. El desplante lo atribuye a que ya no le necesitan. Ignasi Carreras, barcelonés, 47 años, ingeniero industrial, máster de empresas y ocho años al frente de Intermón Oxfam -la decana de las ONG dedicadas a la cooperación en España-, está convencido de que José María Aznar acudió a él para forjarse un perfil de centro, para hacerse la foto.

Su larga experiencia en esta ONG, fundada por los jesuitas en 1956 y que desde 1986 funciona como un hijo emancipado, le indica que cuando un partido llega al poder se olvida pronto de las cuestiones sociales. "En época electoral se lanzan a hacer promesas que luego no cumplen. Hemos convivido con Gobiernos del PSOE y del PP y esto lo hemos visto muchas veces. Por eso ahora nuestras filosofías son mucho más realistas. A las ONG se nos ha visto como gentes de buena voluntad, con propuestas alejadas de la realidad. Eso ha cambiado. Tenemos expertos en todos los campos y proponemos cosas que los partidos puedan cumplir".

"En época electoral, los partidos se lanzan a hacer propuestas que luego no cumplen"
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Ese realismo les ha llevado a rebajar el 0,7% del PIB para ayuda al desarrollo a un 0,4. "Eso sí, ahora exigimos que se cumpla". Está en el 0,2%. La presión para que sus peticiones tengan voz -como cambiar las reglas del comercio internacional, el control de armas y la labor educativa- se realiza desde dos frentes: uno como lobby político, otro, en la calle. El primero le toca a Carreras, votante de izquierdas, que en 1988 dejó un buen puesto en la Administración perdiendo dinero (él mismo se adelanta a confesar su sueldo: 42.000 euros brutos al año) para entrar en Intermón. Ingresó cuando ésta era aún pequeña, tenía 30 trabajadores frente a los 1.400 de hoy, el 75% voluntarios, el resto plantilla; cuando no había dado el salto para incorporarse a Oxfam Internacional y sólo manejaba 300 millones de pesetas de presupuesto. Hoy, 49 millones de euros (unos 6.500 millones de pesetas), de los cuales dos tercios proceden de los socios y donantes (200.000 en España) y el resto de las administraciones y de la UE.

Para estas elecciones, el director general activó la maquinaria hace un año en colaboración con la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, que agrupa a 93 ONG de toda España.

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"Nos pusimos en contacto con todos los partidos y me he entrevistado con los candidatos", cuenta Carreras; "Zapatero me ha llamado varias veces. He visto a todos menos a Rajoy, el PP aún no nos ha contestado, pero todavía está a tiempo". Leire Pajín y Manuel Marín (PSOE), Carles Campuzano (CiU) y Begoña Lasagabaster (EA) son nombres familiares para Intermón.

Diana Casellas, 27 años, periodista, con cuatro idiomas, está en el centro de la maquinaria electoral, en el departamento de Campaña, el de movilización social. Desde noviembre mueve los hilos para poner manos a la obra a 100.000 colaboradores. Cuenta también con el apoyo de Amnistía Internacional y Greenpeace. Este pool ha puesto en marcha "una acción" que arrancó el martes. Esos miles de colaboradores están enviando correos electrónicos a los partidos para que recojan en sus programas tres aspectos sobre los que trabajan: derechos humanos, lucha contra la pobreza y respeto al medio ambiente.

¿Cómo suele ser la respuesta? "Las empresas que sienten la presión ciudadana responden mejor que los partidos. También depende mucho de la acción. Si afecta directamente al ciudadano y ha tenido eco en los medios de comunicación tendrá un buen resultado. Además influye el tipo de empresa que esté implicada". Para ilustrarlo acude a lo que denomina "la crisis del café", en Navidades de 2002, cuando Nestlé reclamó al Gobierno de Etiopía 6 millones de dólares pendientes de 1975. "El éxito fue del 200%". Sin embargo, la campaña de sensibilización sobre la cumbre de la ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) no superó el 20%.

El perfil del participante es sobre todo femenino (60%), con edades entre 18 y 50 años. En el resto (40%) abundan los mayores de 65 años con tiempo libre. Poco más se conoce de ellos. "No preguntamos la afiliación política ni religiosa. Intermón tampoco la tiene, es independiente", dice Marta Arias, portavoz de Intermón, que sí les pone un adjetivo, "activistas".

Como los padres de José Antonio Hernández, director de Intermón Oxfam para Andalucía y Canarias. Ahí es donde la relación es fluida con todos los partidos. Cuenta con orgullo cómo el Parlamento andaluz "aprobó por unanimidad la Ley Andaluza de Cooperación, una ley muy dialogada con las ONG". Tiene 35 años, dos carreras, derecho y empresariales, y es votante "siempre a la izquierda. Ahora todavía es más importante votar porque tiene que cambiar este Gobierno". Con 24 años tuvo muy claro que no quería ser "un yuppy como Mario Conde". Cogió la mochila y se fue tres años a Perú de cooperante.

Ahora se bate el cobre para "que la gente esté menos dormida y para crear una sociedad más justa".

Una cooperante atiende a un niño dentro de un programa de ayuda en África.NAVIA / COVER

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