Editorial:

Urdaci es un caso

En el Reino Unido o en Francia sería inimaginable que el director de informativos de la televisión pública continuara en su puesto tras haber sido condenado judicialmente por manipular una noticia. Una sentencia de la Audiencia Nacional, de 23 de julio de 2003, condenó a TVE por la cobertura tendenciosa que había dado a la huelga general del 20 de junio de 2002. Casi siete meses más tarde, el director de informativos, Alfredo Urdaci, sigue en su puesto y sobre él recae, en la campaña electoral que se avecina, la obligación constitucional de garantizar el acceso a la televisión pública de "los ...

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En el Reino Unido o en Francia sería inimaginable que el director de informativos de la televisión pública continuara en su puesto tras haber sido condenado judicialmente por manipular una noticia. Una sentencia de la Audiencia Nacional, de 23 de julio de 2003, condenó a TVE por la cobertura tendenciosa que había dado a la huelga general del 20 de junio de 2002. Casi siete meses más tarde, el director de informativos, Alfredo Urdaci, sigue en su puesto y sobre él recae, en la campaña electoral que se avecina, la obligación constitucional de garantizar el acceso a la televisión pública de "los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad" (artículo 20.3 de la Constitución Española).

Hace unos días, el director de los informativos de France 2 -el canal público francés- dimitió porque uno de sus telediarios dio una noticia errónea sobre el porvenir político de Alain Juppé. El Urdaci francés no necesitó ninguna sentencia judicial para asumir sus responsabilidades. Poco antes habían dimitido el presidente y el director general de la BBC tras la resolución de lord Hutton que censuraba a la televisión pública británica por el tratamiento dado al caso Kelly. Aunque hay razones para discrepar del fallo de lord Hutton, la BBC lo aceptó con deportividad. Las diferencias con TVE son sangrantes.

La Constitución obliga a los medios de comunicación de titularidad pública a expresar de forma imparcial la diversidad política, social y cultural de nuestro país, lo que no ha impedido que todos los Gobiernos de la democracia hayan tenido una lamentable tendencia a utilizar TVE como instrumento partidista. Pero la sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional carece de precedentes. Tan grave es el asunto vigente que 506 trabajadores de los servicios informativos de TVE, sobre un censo de 1.304, están impulsando un organismo para poner coto a lo que tildan de "creciente manipulación que está mermando gravemente la credibilidad de la cadena pública y de sus trabajadores".

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Obligado a leer en directo la sentencia condenatoria, Urdaci lo hizo al final de un telediario, deletreando para mayor escarnio las siglas del sindicato demandante. Impertérrito, el director de informativos se mantiene en su puesto haciendo apología del Gobierno, actuando eventualmente como entrevistador áulico de Aznar. No es de extrañar que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa citara el mes pasado a TVE como ejemplo de "manipulación informativa". España, según el Consejo de Europa, forma parte del grupo de países donde los medios de comunicación públicos siguen bajo el "control político directo" del Gobierno. ¿Tiene algo que decir al respecto el nuevo líder del PP?

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