Reportaje:

El peligro de vivir junto al túnel de Santa María de la Cabeza

Los vecinos denuncian que la velocidad excesiva de los coches que pasan por el subterráneo pone en peligro a los viandantes

Antes de la obra, el entorno de Santa María de la Cabeza era el punto más ruidoso de la capital por culpa del scalextric que se elevaba por encima de las cabezas de los residentes y muy cerca de algunos edificios. Los trabajos de su desmontaje y de la construcción de un subterráneo que lo sustituyera comenzaron en junio de 2001 y no terminaron hasta principios de 2003. Aunque los residentes reconocen que los ruidos derivados del tráfico se han atenuado, denuncian a la vez que la salida del túnel se ha convertido en una vía rápida. Un chaval de 14 años murió hace 15 días atropellado por ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Antes de la obra, el entorno de Santa María de la Cabeza era el punto más ruidoso de la capital por culpa del scalextric que se elevaba por encima de las cabezas de los residentes y muy cerca de algunos edificios. Los trabajos de su desmontaje y de la construcción de un subterráneo que lo sustituyera comenzaron en junio de 2001 y no terminaron hasta principios de 2003. Aunque los residentes reconocen que los ruidos derivados del tráfico se han atenuado, denuncian a la vez que la salida del túnel se ha convertido en una vía rápida. Un chaval de 14 años murió hace 15 días atropellado por un coche cuando cruzaba por ese punto. El chico cruzó indebidamente, pero los residentes denuncian que el coche salía del túnel a una velocidad excesiva.

Luis Ayuga, presidente de la Asociación para la Recuperación del Paseo de Santa María de la Cabeza, lleva más de dos años reuniéndose con políticos, mandando cartas a organismos, vigilando el panel que marca la velocidad de los coches que salen del subterráneo. Los vehículos no pueden circular a más de 50 kilómetros por hora, pero la mayoría de las veces el panel marca velocidades muy superiores. "Y eso que el panel sólo tiene dos dígitos. Muchas veces marca 99 kilómetros porque no puede marcar más", explica Ayuga. Los conductores, cuando salen del subterráneo, rara vez respetan las limitaciones de tráfico. Y muchos vecinos cruzan por delante de la salida para pasar al otro lado del barrio.

Los residentes piden al Ayuntamiento que instale un semáforo a la salida del túnel para obligar a los coches a reducir la velocidad. Pero desde el área de Seguridad, que dirige el concejal Pedro Calvo, explican que instalar un semáforo no es viable. "Provocaría muchos choques por alcance, no es posible", señalaron fuentes de la concejalía. En cambio, dichas fuentes apuntaron la posibilidad de que a la salida del túnel se instale un radar como los que ya existen en la M-30. "Creemos que el radar es lo mejor, y es la posibilidad que están estudiando los técnicos. No hay otra solución más razonable", aseguraron dichas fuentes. La situación, según los vecinos, empeora, además, las noches de los fines de semana.

En un principio la salida del túnel no estaba prevista en el lugar donde finalmente fue construida. La salida del paso, proyectada a la altura de la calle de Peñuelas, se sitúa ahora pasado el paseo de la Esperanza e, inmediatamente, antes del puente de Praga. En julio de 2001, la comisión informativa de Urbanismo dio luz verde a una modificación del proyecto para prolongar el túnel 140 metros, a petición de la junta de distrito de Arganzuela. Así, el semáforo que estaba situado en el cruce de Santa María de la Cabeza con el paseo de la Esperanza fue eliminado.

Desde la junta se adujeron razones de seguridad para eliminar ese paso, ya que se preveía que podría haber atropellos. Esta medida permitió alargar el subterráneo, situando la boca de salida, prevista a la altura de la calle de Peñuelas, hasta pasado el paseo de la Esperanza, junto al puente de Praga y el trébol de enlaces con la M-30. Tras la modificación, el subterráneo pasó a medir 1.050 metros (es el segundo túnel más largo de España después del de María de Molina).

El subterráneo tiene circulación sólo en sentido de salida, con dos carriles de 3,5 metros de ancho cada uno. La boca de entrada está en la calle de Santa María de la Cabeza, a 100 metros de la glorieta de Carlos V (Atocha) y junto a las calles de Marqués de Valdivia y de Murcia. Los vecinos también denuncian que el tráfico en superficie desde la glorieta de Santa María de la Cabeza hacia la de Fernández Ladreda (o sea, dirección Toledo), lejos de mejorar, ha empeorado todavía más con el subterráneo. "A partir de la calle de Peñuelas hay un solo carril en superficie por el que, según datos del Ayuntamiento, circulaban 18.000 vehículos diarios", afirmó Ayuga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En