Reportaje:

La oposición en casa

El alcalde de Jaén sufre desde junio un acoso mayor en su propio partido que del resto de grupos políticos

El 19 de junio del año pasado el alcalde de Jaén, Miguel Sánchez de Alcázar; el presidente provincial del PP, José Enrique Fernández de Moya, y el secretario general de los populares en Andalucía, Antonio Sanz, escenificaron ante los medios de comunicación la "unión" del PP de Jaén y dieron por zanjada una grave crisis que había tenido en jaque la formación del equipo de gobierno que tomó posesión cinco días antes. Ocho meses después, se ha demostrado que aquél sólo fue un gesto de cara a la galería, y que la crisis, lejos de acallarse, no había hecho más que empezar. Sánchez de Alcázar empezó...

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El 19 de junio del año pasado el alcalde de Jaén, Miguel Sánchez de Alcázar; el presidente provincial del PP, José Enrique Fernández de Moya, y el secretario general de los populares en Andalucía, Antonio Sanz, escenificaron ante los medios de comunicación la "unión" del PP de Jaén y dieron por zanjada una grave crisis que había tenido en jaque la formación del equipo de gobierno que tomó posesión cinco días antes. Ocho meses después, se ha demostrado que aquél sólo fue un gesto de cara a la galería, y que la crisis, lejos de acallarse, no había hecho más que empezar. Sánchez de Alcázar empezó entonces su particular vía crucis que le ha llevado en este tiempo a sufrir un acoso mucho mayor procedente de las filas de su partido que de los grupos de la oposición municipal.

De alguna manera, desde la crisis de junio (suscitada tras negarse ocho de los 14 ediles del PP a aceptar las delegaciones que les había otorgado el alcalde) el equipo de gobierno en el Ayuntamiento jiennense ha sido el mejor reflejo de la ruptura de los populares. Aunque el alcalde situó a sus concejales de confianza en las primeras tenencias de alcaldía, el sector afín a la dirección del partido impuso su mayoría y se hizo con la portavocía, cargo que ocupa la secretaria provincial del PP, Inmaculada Solar.

Desde entonces el PP ha venido actuando a modo de bicefalia en el Ayuntamiento. No sólo tiene dos espacios físicos en el Consistorio (cada uno de los sectores enfrentados se ubica en una planta diferente, con sus respectivos cargos de confianza), sino también, y esto es lo más trascendental, dos discursos diferenciados como se ha venido demostrando en las continuas apariciones por separado del alcalde y de la portavoz.

Apenas una semana después de que el PP andaluz mediara para recomponer el equipo de gobierno de Sánchez de Alcázar, el alcalde y la portavoz municipal mantuvieron una dura pugna en torno a la continuidad del ex director de la Universidad Popular Municipal, Luis Miguel Payá. Sánchez de Alcázar, con el respaldo de los monitores del centro, forzó su relevo por las graves irregularidades contables detectadas en ese organismo por una auditoria de la Cámara de Cuentas, pero Solar, que mantiene vínculos casi familiares con Payá, opuso una dura resistencia a la decisión del alcalde.

Tras una corta tregua estival, a la vuelta del verano el alcalde y el núcleo próximo a la dirección del PP mantuvieron otro serio encontronazo público, en esta ocasión con el conflicto de Onda Jaén como principal argumento. La portavoz municipal llegó a amenazar con la alianza de su grupo con la oposición en el pleno del mes de septiembre si Sánchez de Alcázar no se desvinculaba del locutor Pedro Jesús Fernández, que en los micrófonos de la radio y televisión municipal había censurado en varias ocasiones a la cúpula del PP en plena campaña electoral de las municipales. Al final no se produjo tal cisma por que el alcalde cedió a medias a las presiones de su partido y apartó al periodista de la programación, pero no le rescindió el contrato millonario con el que había blindado a Fernández para 10 años.

El segundo órdago del PP al alcalde en el tema de Onda Jaén se produjo en enero. De nuevo la portavoz municipal le instó a "tomar medidas" contra el polémico locutor tras la querella que éste interpuso contra 106 profesionales de los medios de comunicación que censuraron sus excesos verbales. Tras amenazar el sindicato de periodistas con plantes en las visitas a Jaén de los principales cargos regionales y nacionales del PP, el alcalde anunció la rescisión del contrato con Fernández, que aprobó el último pleno.

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Entre medias, el sector afín al alcalde sufrió otro ataque público de los ediles próximos al partido. En esta ocasión fue la concejala de Cultura, Cristina Nestares, de la máxima confianza de Sánchez de Alcázar, la que se llevó los reproches, primero de la portavoz, Inmaculada Solar, y más tarde del edil de Hacienda, Gustavo Martínez, que la acusaron en los medios de comunicación de "chantajista" e "insolidaria" por sus continuas reivindicaciones de un mayor presupuesto para el festival de otoño y la feria de Jaén.

Tampoco el presidente provincial del PP y concejal del Ayuntamiento jiennense José Enrique Fernández de Moya ha podido ocultar su distanciamiento con el alcalde, a pesar de que ambos comparten los dos primeros lugares de la candidatura popular al Parlamento andaluz. Fernández de Moya dijo recientemente que Sánchez de Alcázar "debería reflexionar" por el premio Alpechín que le concedió la Asociación de la Prensa al personaje más inaccesible para los medios de comunicación. Por si fuera poco el acoso que el alcalde sufre de su propio partido, Sánchez de Alcázar tiene que hacer frente ahora a una nueva rebelión interna. El concejal de Presidencia, Miguel Segovia, mano derecha del alcalde, anunció la semana pasada que sopesa la presentación de una candidatura alternativa en el próximo congreso provincial del PP. ¿El motivo? haberse quedado fuera de las listas al Parlamento andaluz incumpliéndose así, en su opinión, el pacto cerrado en junio con la cúpula del PP, donde a cambio de ceder su puesto en el área de Urbanismo se le reservaba un puesto en las listas.

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