PANTALLA INTERNACIONAL

Un filme sobre la guerra conmociona a los surcoreanos

'Silmido' narra el intento de asesinar al presidente norcoreano Kim Il Sung en 1968

El 21 de enero de 1968, una unidad especial del ejército norcoreano se infiltró en Corea del Sur con la misión de asesinar al presidente Park Chung Hee. Tras lograr atravesar los 50 kilómetros que separan Seúl de la frontera entre los dos países, fue interceptada cuando estaba a pocos metros del palacio del dirigente. Rápidamente, Park puso en marcha un plan para devolver ojo por ojo al presidente norcoreano Kim Il Sung. Silmido, una película que cuenta cómo esta venganza inconclusa desembocó en uno de los sucesos más dramáticos de la historia surcoreana, se ha convertido en el mayor éx...

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El 21 de enero de 1968, una unidad especial del ejército norcoreano se infiltró en Corea del Sur con la misión de asesinar al presidente Park Chung Hee. Tras lograr atravesar los 50 kilómetros que separan Seúl de la frontera entre los dos países, fue interceptada cuando estaba a pocos metros del palacio del dirigente. Rápidamente, Park puso en marcha un plan para devolver ojo por ojo al presidente norcoreano Kim Il Sung. Silmido, una película que cuenta cómo esta venganza inconclusa desembocó en uno de los sucesos más dramáticos de la historia surcoreana, se ha convertido en el mayor éxito jamás vivido por el cine del país asiático. En los 45 días transcurridos desde que fue estrenada ha sido vista por nueve millones de espectadores (uno de cada cinco habitantes de Corea el Sur).

Aunque se trata de una película, no de un documental, su director, Kang Woo Suk (Enemigo

público, Dos

policías), revela secretos desconcertantes que han permanecido enterrados hasta ahora en la fosa de la memoria surcoreana, a pesar de la democratización experimentada desde finales de los años 80. Narra la historia de 31 comandos, en su mayoría ex convictos o presos, a los que se ofreció la conmutación de la pena si lograban "rebanar la garganta de Kim Il Sung".

Recluidos en la isla Silmido, a unos 60 kilómetros al oeste de Seúl, recibieron un entrenamiento salvaje para convertirlos en auténticas máquinas de asesinar. En octubre de 1968, cuando navegaban rumbo a Corea del Norte para llevar a cabo su misión, recibieron una contraorden. Aunque se desconocen los motivos, según algunas versiones, el régimen de Park había decidido no entorpecer la distensión en ciernes entre EE UU y la URSS.

Los soldados fueron devueltos a la isla, donde durante tres años siguieron sometidos a un régimen despiadado. La frustración psicológica y la tolerancia física llegaron al límite. Sus superiores realizaron varias ejecuciones públicas para recuperar el control de la unidad. Pero las relaciones entre el Norte y el Sur mejoraron y había que deshacerse del equipo. El 23 de agosto de 1971, los comandos, que iban a ser eliminados para encubrir el intento de asesinato de Kim Il Sung, se rebelaron y mataron a 18 de sus 24 entrenadores. Una vez en el continente, se abrieron paso a tiros hasta la capital surcoreana, donde los que no fueron abatidos acabaron suicidándose con granadas. Los cuatro supervivientes fueron ejecutados posteriormente.

La película, que rompe un tabú sobre una etapa oscura del país, ha arrasado porque, según explica desde Seúl Noh Hae Jean, de la Comisión Cinematográfica Coreana, "trata una historia real, que es familiar para mucha gente, y que llega tanto a los jóvenes de 20 años, que quieren conocerla, como a la gente de 60, que la vivió". Silmido cuenta entre sus protagonistas con conocidos actores en Corea del Sur, como Sol Kyung Gu o Ahn Sug Ki, embarcados en esta tragedia de un grupo de mercenarios traicionados por su propio país cuando sobre la península coreana soplaba el aliento glacial de la guerra fría.

Una escena de Silmido.
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