Herrero dice que los cambios en la Constitución suponen "inestabilidad" y "afectan a la economía"

El presidente de la patronal andaluza critica en Madrid el "afán reformista" vasco y catalán

El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, manifestó ayer que las propuestas de reforma constitucional son "un gravísimo costo en forma de inestabilidad institucional, que afectará a la actividad económica y a la defensa de nuestros intereses en el entorno europeo e internacional, en los que sin duda se ventila nuestro más inmediato futuro". Herrero pronunció ayer una conferencia en el Club Siglo XXI, titulada Constitución y progreso: la responsabilidad del empresario, dentro del ciclo España ante la Constitución Europea.

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El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, manifestó ayer que las propuestas de reforma constitucional son "un gravísimo costo en forma de inestabilidad institucional, que afectará a la actividad económica y a la defensa de nuestros intereses en el entorno europeo e internacional, en los que sin duda se ventila nuestro más inmediato futuro". Herrero pronunció ayer una conferencia en el Club Siglo XXI, titulada Constitución y progreso: la responsabilidad del empresario, dentro del ciclo España ante la Constitución Europea.

Herrero, cuya intervención fue presentada por el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, puso de relieve la necesidad de reconducir las "actuales polémicas" en torno a la reforma de la Constitución. "Es necesario cerrar las contradicciones abiertas y que todos aquellos que creemos en la bondad de nuestro diseño constitucional, lo defendamos con la contundencia necesaria para terminar con ambigüedades peligrosas", afirmó.

"Es fundamental que nos dirijamos sin egoísmos partidarios en pos del objetivo común de conseguir para los españoles un futuro mejor, en el que, como valor inestimable de la Constitución, se conserven los principios de la unidad nacional, la cohesión social y el respeto a nuestra enriquecedora variedad cultural", añadió.

Ante un público heterogéneo, compuesto por empresarios, políticos y sindicalistas, que llenaban los salones del Club, manifestó su asombro ante iniciativas disgregadoras, "algunas tan descabelladas como el plan Ibarretxe, en momentos en los que España ha celebrado el 25º aniversario de la Constitución con un balance "abrumadoramente positivo". "Como de forma razonable nadie abandona una empresa en beneficios, habrá que deducir que la principal razón que explica el conflicto vasco es el terrorismo de ETA", apuntó. Y añadió: "Para quienes quieren separarse, o como ellos lo llaman, asociarse libremente, lo de menos es si la Constitución de 1978 ha funcionado o no".

Dolor por el conflicto vasco

"Pues bien, pese al dolor que nos produce el conflicto vasco, sería absurdo tomarlo a modo de chivo expiatorio, estimando que en ese espacio concluyen los afanes disgregadores", puntualizó. "No sólo es gravísimo el problema actual de quienes ponen en duda el principio de solidaridad o la existencia de una justicia común o una Seguridad Social con bases idénticas para todos, sino que están sustrayendo buena parte del cemento con el que ha sido construido nuestro edificio constitucional", dijo.

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En su opinión, "la Constitución de 1978 ha sido un prodigio de tolerancia, convivencia y libertad. Además se constituye en un buen negocio para todos los españoles, por lo que no caben frivolidades en cuestiones tan importantes como ésta".

Herrero señaló que le parece inquietante que, tras 25 años, "se ponga en duda la necesidad de mantener una justicia común, una Seguridad Social única, un mercado de trabajo único y con normas comunes, y un sistema fiscal que debe procurar que la contribución de todos los españoles a las cargas públicas sea homogénea, no romper con el principio de solidaridad".

Por último dijo: "Si quebramos todas estas cosas, nuestros nexos comunes serían tan débiles que harían imposible proyecto alguno de carácter nacional y europeo".

Entre los retos de futuro pendientes, Herrero citó la necesidad de que la renta nacional "siga creciendo para que se aproxime a la media europea, que en las contribuciones de los españoles a las cargas públicas no se produzcan diferencias intolerables y que no padezcamos déficits impropios del siglo XXI en algunos servicios públicos".

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