OPINIÓN DEL LECTOR

Un humilde ataúd

No más de cuatro horas respiró el frío aire de Madrid. Arropado únicamente por su soledad y tristemente atado al cordón que durante meses le alimentó. Desnudo, amoratado y prácticamente muerto, así lo encontró un asombrado empleado de la limpieza.

Una caja de cartón ensangrentada fue su domicilio el escaso tiempo que estuvo con vida, nada pudieron hacer los equipos de emergencia por reanimarlo. Ahora sólo cabe encontrar cuanto antes al ser sin entrañas capaz de tan terrible crimen.

Nada puede disculpar a esa madre, pero cabe hacerse una pregunta, ¿sólo ella es culpable?, ¿hacemos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

No más de cuatro horas respiró el frío aire de Madrid. Arropado únicamente por su soledad y tristemente atado al cordón que durante meses le alimentó. Desnudo, amoratado y prácticamente muerto, así lo encontró un asombrado empleado de la limpieza.

Una caja de cartón ensangrentada fue su domicilio el escaso tiempo que estuvo con vida, nada pudieron hacer los equipos de emergencia por reanimarlo. Ahora sólo cabe encontrar cuanto antes al ser sin entrañas capaz de tan terrible crimen.

Nada puede disculpar a esa madre, pero cabe hacerse una pregunta, ¿sólo ella es culpable?, ¿hacemos todo lo posible para evitar casos como éste?

Aunque nos pese, es evidente que en nuestro día a día existe una doble moral, un doble rasero. Que asumimos la hipocresía del entorno y nos acomodamos con facilidad, igual que las veletas, al viento que predomina en cada momento.

Son cientos los españoles que esperan ansiosos poder convertirse en padres adoptivos, muchos los centros, donde sin apenas preguntas, se podría haber entregado al recién nacido.

Entonces, ¿por qué?, ¿qué hizo que una mujer pariese sin medios y abandonase a su criatura?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En algo hemos fallado y deberemos esforzarnos en buscar soluciones para que no se repita.

Archivado En