Análisis:Inversiones | CONSULTORIO

Ahorro de las familias

Una reciente estimación del Banco de España pone de manifiesto cómo la economía española sigue registrando un considerable vigor (2,4% en 2003), merced a la fortaleza del sector de construcción, a su vez dinamizado por la inagotable demanda inmobiliaria. Esta es, por otra parte, la causante del incremento registrado en el endeudamiento de las familias, que ha crecido por encima del 16% en 2003, y lleva el endeudamiento acumulado de las familias al entorno del 80% del PIB.

Esa cifra, en todo caso, no puede considerarse excesiva, ni en términos comparativos con otros países de nuestro ent...

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Una reciente estimación del Banco de España pone de manifiesto cómo la economía española sigue registrando un considerable vigor (2,4% en 2003), merced a la fortaleza del sector de construcción, a su vez dinamizado por la inagotable demanda inmobiliaria. Esta es, por otra parte, la causante del incremento registrado en el endeudamiento de las familias, que ha crecido por encima del 16% en 2003, y lleva el endeudamiento acumulado de las familias al entorno del 80% del PIB.

Esa cifra, en todo caso, no puede considerarse excesiva, ni en términos comparativos con otros países de nuestro entorno, ni sobre todo frente a la posición patrimonial neta de las familias, lo que podría considerarse un indicador de la solvencia agregada del sector. Esta se halla en una posición holgada, si se tiene en cuenta que los activos totales de las familias representan más de 6,5 veces el valor del PIB, por lo que el ratio de endeudamiento sobre activos totales estaría en torno al 12%, porcentaje que difícilmente podría considerable de sobreendeudamiento.

Se está produciendo un deterioro en la situación de liquidez y en la capacidad de gestión discrecional del ahorro familiar

Ahora bien, esa holgada situación de solvencia no debe ser óbice para reconocer que se está produciendo un deterioro en la situación de liquidez, y sobre todo en la capacidad de gestión discrecional del ahorro de las familias. Ello se pone de manifiesto, por un lado, en la composición de sus activos totales, cuyo volumen agregado ya dijimos que supera en 6,5 veces al PIB: más del 75% de los mismos son de naturaleza inmobiliaria y sólo el 25% son activos financieros. Y por otro en el destino del ahorro bruto de las familias, cuyo agregado representó en 2003 el 11% de la renta bruta disponible: un 80% del mismo va destinado al servicio de las deudas contraídas, quedando únicamente el 20% restante como susceptible de gestión discrecional. Esta cautividad del ahorro sería, por tanto, la contrapartida a ese elevado peso de los inmobiliarios en el activo total de las familias españolas, limitando su capacidad para invertir en activos financieros.

Ángel Berges y Sarai Criado son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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