El Supremo ratifica la absolución del decano del Colegio de Abogados

El decano del Colegio de Abogados de Barcelona, Jaume Alonso-Cuevillas, saldó ayer todas las cuentas que arrastraba con la justicia desde hace dos años y medio. El Tribunal Supremo confirmó la sentencia que dictó la Audiencia de Barcelona en febrero de 2003 por la que le absolvió de apropiación indebida y deslealtad profesional. Un cliente, el también abogado Juan Armenteros, le acusó de estos supuestos delitos argumentado que Cuevillas se quedó con la indemnización de casi cinco millones de pesetas que cobró de un pleito civil y que no la devolvió hasta que se la requirió.

Sin embargo,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El decano del Colegio de Abogados de Barcelona, Jaume Alonso-Cuevillas, saldó ayer todas las cuentas que arrastraba con la justicia desde hace dos años y medio. El Tribunal Supremo confirmó la sentencia que dictó la Audiencia de Barcelona en febrero de 2003 por la que le absolvió de apropiación indebida y deslealtad profesional. Un cliente, el también abogado Juan Armenteros, le acusó de estos supuestos delitos argumentado que Cuevillas se quedó con la indemnización de casi cinco millones de pesetas que cobró de un pleito civil y que no la devolvió hasta que se la requirió.

Sin embargo, el Tribunal Supremo no sólo ratifica los argumentos de la primera sentencia en el sentido de que no existió "voluntad apropiativa", sino que va más allá y asegura que ni siquiera se produjo la retención del dinero. En términos jurídicos, lo definen como el elemento subjetivo y el elemento objetivo del delito. La sentencia explica que no se ha podido concretar si el abogado debía entregar alguna suma de dinero al cliente porque no ha aclarado tampoco qué porcentaje habían pactado. Por eso, el tribunal explica que "con estos hechos probados no puede hablarse de retención alguna de suma de dinero por parte del acusado que, por cierto, no ingresó en su cuenta particular, sino en una propia del despacho".

"La pesadilla ha acabado"

Jaume Alonso-Cuevillas expresó ayer su satisfacción por la sentencia afirmando: "Por fin, la pesadilla ha acabado". En este pleito se le acusaba por una conducta cometida como abogado, pero este caso le llevó a abandonar el cargo de decano durante unos meses. Tras la absolución de la Audiencia de Barcelona, volvió al decanato, cuyo mandato acaba en junio de 2005.

Al margen de este asunto, Cuevillas también ha tenido otra acusación judicial por presuntas anomalías económicas cometidas durante su etapa de decano, de la que también ha quedado definitivamente exculpado. Primero por el juzgado, y después por la Audiencia de Barcelona.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En