Los incendios quemaron el año pasado casi el triple de hectáreas que en 2002

Los incendios forestales quemaron el año pasado un total de 3.341,24 hectáreas, casi el triple que en 2002, según datos de la Consejería de Territorio y Vivienda. En ese año, uno de los de menor incidencia de la última década, el fuego arrasó 1.202,05 hectáreas. En total, se contabilizaron 398 incendios en la Comunidad Valenciana en 2003, frente a los 321 del año anterior. Tres grandes fuegos del pasado agosto en Chiva y Buñol, Benissa-Llíber-Xaló, y en la Sierra de Espadán, sumaron el 85% de la superficie afectada en un verano "meteorológicamente complicado" por la ola de calor, según destacó...

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Los incendios forestales quemaron el año pasado un total de 3.341,24 hectáreas, casi el triple que en 2002, según datos de la Consejería de Territorio y Vivienda. En ese año, uno de los de menor incidencia de la última década, el fuego arrasó 1.202,05 hectáreas. En total, se contabilizaron 398 incendios en la Comunidad Valenciana en 2003, frente a los 321 del año anterior. Tres grandes fuegos del pasado agosto en Chiva y Buñol, Benissa-Llíber-Xaló, y en la Sierra de Espadán, sumaron el 85% de la superficie afectada en un verano "meteorológicamente complicado" por la ola de calor, según destacó ayer el consejero Rafael Blasco.

En un balance de la campaña de prevención de incendios, cuyo inicio se adelantará este año a febrero, el consejero resaltó que la Comunidad Valenciana presenta entre 1995 y 2003 los mejores resultados en la lucha contra el fuego desde 1968, fecha a partir de la cual existen registros oficiales de superficies quemadas. "Un balance brillante", dijo Blasco. En los últimos nueve años, las cifras anuales no han alcanzado las 10.000 hectáreas -el máximo son las 6.547,77 de 2000-. Los mejores registros de ese periodo y también de los últimos 35 años se alcanzaron en 1996 y 1997, con menos de 1.000 hectáreas quemadas anualmente. El año negro de esta serie fue 1994, con 138.404,5 hectáreas.

Blasco apuntó también que la superficie quemada el año pasado es un 82,4% inferior a la media del periodo de 1993 a 2002, y el número de incendios un 22% más bajo, gracias "a las políticas impulsadas por la Generalitat" y a las inversiones y personal destinado a la prevención de incendios. Más de 5.000 personas vigilaron el año pasado las zonas forestales de la Comunidad Valenciana.

En cuanto a las causas de los incendios, el consejero subrayó la disminución respecto de la última década de los casos de negligencia, lo que apunta a una mayor "concienciación y sensibilidad social" hacia el medio ambiente. El porcentaje de incendios intencionados, en cambio, se incrementó en 2003 respecto a la media de los últimos diez años, lo que Blasco atribuyó a una mayor "efectividad de las unidades de investigación especializadas". La consejería considera que la estadística de las causas de los fuegos es fiable a partir de 1995, cuando se creó un grupo específico de investigación. El año pasado, el 21,86% de los siniestros fue causado por un rayo; el 31,66% fue intencionado; el 32,91% por negligencias; y los restantes se mantienen en investigación, no se ha hallado la causa o se contabilizan en el epígrafe de "otras".

El director general de Gestión del Medio Natural, Javier Gómez, explicó que los planes de cortafuegos y selvicultura preventiva se están ejecutando en la Sierra de Espadán, el Valle de Ayora, margen izquierdo del Cabriel y Alto Palancia, tras terminar los de la Sierra de Onil o el Alto Turia, y persiguen facilitar el paso de los bomberos hacia los fuegos.

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