El Grupo Celsa planea el cierre de Trefilerías Quijano en Cantabria y el despido de 180 empleados hasta 2005

Los despidos masivos en grandes empresas se extienden por España. Estos días, Cantabria se enfrenta también a un cierre (progresivo hasta 2005) de una de sus principales y tradicionales empresas metalúrgicas, Trefilerías Quijano, propiedad del Grupo Celsa a través de su filial Global Steel Wire.

De concretarse el fin de la actividad de Trefilerías Quijano, los 243 trabajadores de su fábrica de Los Corrales de Buelna, a 35 kilómetros de Santander y a 10 de Torrelavega, se enfrentarían a un expediente de regulación de empleo. La empresa aún no ha presentado por escrito el expediente de ci...

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Los despidos masivos en grandes empresas se extienden por España. Estos días, Cantabria se enfrenta también a un cierre (progresivo hasta 2005) de una de sus principales y tradicionales empresas metalúrgicas, Trefilerías Quijano, propiedad del Grupo Celsa a través de su filial Global Steel Wire.

De concretarse el fin de la actividad de Trefilerías Quijano, los 243 trabajadores de su fábrica de Los Corrales de Buelna, a 35 kilómetros de Santander y a 10 de Torrelavega, se enfrentarían a un expediente de regulación de empleo. La empresa aún no ha presentado por escrito el expediente de cierre, pero los sindicatos CC OO y UGT conocen la medida, extraoficialmente, desde el pasado 3 de diciembre, aunque no se hizo pública hasta el pasado miércoles. La dirección regional de Trabajo también sabía, por conversaciones informales, de la decisión del Grupo Celsa, propiedad del empresario Francisco Rubiralta.

Los planes del Grupo Celsa para Trefilerías Quijano consisten en despedir a 90 personas en el presente año y otras 90 en 2005. Las 53 restantes serían reubicadas en otras dos fábricas que el Grupo Celsa posee en Santander: Global Steel (la antigua Nueva Montaña Quijano) y Tycsa. El cierre de Trefilerías Quijano supone un duro golpe al valle de Buelna, cuyo principal motor económico ha sido tradicionalmente la industria metalúrgica.

El jueves, el presidente cántabro, el regionalista Miguel Ángel Revilla, mantuvo una reunión con representantes de Celsa. A su término, Revilla calificó de "decepcionante" y "desolador" el encuentro, en el que los representantes de Global Steel, según el presidente cántabro, aseguraron que el cierre de Trefilerías es "irreversible" y se negaron a buscar una alternativa al cierre de la factoría. Incluso llegaron a mencionar la posibilidad de regalar los 50.000 metros cuadrados que ocupa la siderurgia.

La vicepresidenta del Gobierno regional, la socialista Dolores Gorostiaga, recalcó ayer que desde el Ejecutivo se pondrá "toda la resistencia posible" a la decisión del Grupo Celsa, al que acusó de actuar con mala fe.

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