Joan Ollé dirige en el Lliure 'Seis personajes en busca de autor'

El montaje, con 18 actores en escena, se estrenará el 15 de enero

El estreno en 1921 de Seis personajes en busca de autor, del escritor y dramaturgo Luigi Pirandello (1867-1936), supuso una renovación de la escena italiana. El autor, premiado hacia finales de su vida con el Nobel, proponía en la obra su primer ejercicio de metateatralidad, en un punto y aparte respecto a los convencionalismos dramáticos. El duelo entre la realidad y la ficción, una constante en su obra, aparece con fuerza en esta pieza de carga filosófica que Joan Ollé ha dirigido para el Teatre Lliure. El montaje se estrenará el 15 de enero en la sala Fabià Puigserver, donde podrá ve...

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El estreno en 1921 de Seis personajes en busca de autor, del escritor y dramaturgo Luigi Pirandello (1867-1936), supuso una renovación de la escena italiana. El autor, premiado hacia finales de su vida con el Nobel, proponía en la obra su primer ejercicio de metateatralidad, en un punto y aparte respecto a los convencionalismos dramáticos. El duelo entre la realidad y la ficción, una constante en su obra, aparece con fuerza en esta pieza de carga filosófica que Joan Ollé ha dirigido para el Teatre Lliure. El montaje se estrenará el 15 de enero en la sala Fabià Puigserver, donde podrá verse hasta el 15 de febrero.

Joan Ollé ha tardado varios años en enfrentarse a este texto, considerado una de las grandes obras del teatro del siglo XX, aunque no se programa con frecuencia. Lo ha abordado en homenaje a Josep Montanyès, el fallecido director del Lliure, pero el proceso no ha sido fácil. Cuando se puso a la tarea, la obra le pareció "antipática, no la entendía". Tanto el texto como su autor le resultaban desagradables. Con el tiempo se reconcilió con esta "obra maestra", aprendió a apreciarla. Y con su estreno cierra lo que, a su entender, constituye una trilogía de obras de autores distintos que él ha llevado a escena: Así que pasen cinco años, de Lorca; Víctor o els nens al poder, de Vitral, y la de Pirandello. "Son tres obras inaugurales del siglo XX, marcan una disconformidad con el teatro que se estaba haciendo hasta entonces", explica Ollé. El director indica que ésta es la primera versión en catalán de la obra en teatro profesional de la que tiene constancia, y su traductor, Josep Maria Fulquet, "ha hecho un gran ejercicio de rigor; la escritura de Pirandello es como un laberinto semántico".

La historia de Seis personajes... se desarrolla en una sala de ensayos donde una compañía de actores está preparando su próximo espectáculo. De la nada surgen seis personajes literarios que imploran a los actores que les den vida en el escenario. Pero desean que la representación sea completamente fiel a la escritura, algo obviamente imposible dada la propia naturaleza del hecho teatral. Pirandello realiza una malévola caricatura del mundo de los actores y directores teatrales. Ollé ha soslayado esta mirada cruel hacia la profesión "por respeto" a quienes forman parte de ella. En su lectura, la obra que los actores de la compañía están ensayando es justamente Seis personajes... y, por tanto, no les sorprende la irrupción de las criaturas literarias. En los 80 años transcurridos desde que la obra se estrenó, el juego de teatro dentro del teatro ha dejado de ser algo innovador y ya no causa sorpresa. El director espera que la sorpresa sea ahora de otra naturaleza. "Que del juego de espejos se cree una nueva verdad", dice Ollé, quien considera que la obra "está a media distancia entre la máxima mentira, que es el melodrama, y la máxima verdad, que es la confesión pública de los personajes ante los espectadores".

Ollé señala que una de las dificultades para montar esta obra radica en su número limitado de protagonistas y, en cambio, la necesidad de un amplio reparto. La nueva producción del Lliure reúne en escena a 18 actores, encabezados por Lluís Marco, su hija Marta (padre e hijastra en la ficción), Xavier Albertí y Mercè Lleixà. La obra demanda también un primer actor y una primera actriz, papeles que Ollé asignó a Enric Majó y Marta Calvó; ambos, como todos los intérpretes que encarnan a la compañía de actores, tienen una presencia casi muda. Son "generadores de silencio", dice el director. Marco, por su parte, señala que ésta es una obra "muy filosófica, reflexiva, de silencios, de escuchar y mirar. Es teatro puro, generador de pensamiento".

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