Luz de gas a la liberalización

La mayoría de los usuarios ha dado la espalda al mercado libre de la electricidad y el gas en su primer año de apertura total y continúa abonada a la tarifa regulada por el Gobierno

La liberalización total de los mercados eléctrico y del gas cumple ahora su primer año de vida con más pena que gloria. Menos del 1% de los 23 millones de usuarios con derecho a negociar sus recibos de la luz desde el 1 de enero de 2003 ha optado por abandonar la tarifa regulada e incorporarse al mercado libre. La respuesta de los cinco millones y pico de consumidores de gas ha sido algo mejor, pero no muy diferente.

El escaso entusiasmo por la liberalización de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, propiciado en parte por la ausencia de ofertas por parte de los comerciali...

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La liberalización total de los mercados eléctrico y del gas cumple ahora su primer año de vida con más pena que gloria. Menos del 1% de los 23 millones de usuarios con derecho a negociar sus recibos de la luz desde el 1 de enero de 2003 ha optado por abandonar la tarifa regulada e incorporarse al mercado libre. La respuesta de los cinco millones y pico de consumidores de gas ha sido algo mejor, pero no muy diferente.

El escaso entusiasmo por la liberalización de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, propiciado en parte por la ausencia de ofertas por parte de los comercializadores, no desentona con la actitud que mantienen desde hace años los mayores consumidores de energía eléctrica. La industria básica, que desde 1998 puede contratar libremente su abastecimiento energético, ha decidido permanecer en el mercado regulado porque le asegura mejores precios.

En números redondos, unos 200.000 usuarios domésticos y pequeñas y medianas empresas han renunciado en los últimos 12 meses al suministro a tarifa. Una cifra relativamente reducida que concuerda con las conclusiones de un reciente informe del Observatorio del Mercado Europeo de la Energía, que realiza la consultora Cap Gemini Ernest & Young, en el que se señala que la liberalización energética en España se ha traducido en escasos avances para el consumidor y que "las tasas de intercambio y movilidad de clientes" entre comercializadoras son "muy modestas".

El presidente de la Comisión Nacional de la Energía, Pedro Meroño, asegura, sin embargo, "que le sorprende que tanta gente haya cambiado ya de compañía" y subraya que "con toda solvencia se puede afirmar que la liberalización no ha sido un fracaso".

Las organizaciones de consumidores se muestran mucho más críticas con el proceso que, a su juicio, no ha traído el abaratamiento de la energía anunciado por el Gobierno, ni tampoco una mejora en la calidad del servicio.

Varias comercializadoras independientes, por otra parte, han denunciado a las grandes eléctricas por entorpecerles su acceso al libre mercado.

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