El año cambia a los sones del saxofón de Paquito D'Rivera

Se va el año, y con él un montón de conciertos celebrados y otros frustrados. La semana de transición en la que cambia el guarismo, el gran saxofonista y clarinetista cubano Paquito D'Rivera se la encierra entera, Nochevieja incluida, en Calle 54. Su veteranía contrasta con la del joven dúo con la que se abre esta misma noche la actividad musical: Andy y Lucas, sin duda uno de los triunfadores del año. El Canto del Loco recibe el 2004 actuando en La Cubierta, lo que viene a demostrar, junto con las de El Combo Linga o Furor, que hay maneras diferentes de pasarlo bien tras comer las uvas.
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Se va el año, y con él un montón de conciertos celebrados y otros frustrados. La semana de transición en la que cambia el guarismo, el gran saxofonista y clarinetista cubano Paquito D'Rivera se la encierra entera, Nochevieja incluida, en Calle 54. Su veteranía contrasta con la del joven dúo con la que se abre esta misma noche la actividad musical: Andy y Lucas, sin duda uno de los triunfadores del año. El Canto del Loco recibe el 2004 actuando en La Cubierta, lo que viene a demostrar, junto con las de El Combo Linga o Furor, que hay maneras diferentes de pasarlo bien tras comer las uvas.

- La vida 'saxual'. A partir de esta noche, y durante toda la semana, estará tocando en Calle 54 el eximio Paquito D'Rivera, tal vez uno de los saxofonistas más grandes del jazz latino. Con el pianista Chucho Valdés fundó y dirigió Irakere, el grupo que en los setenta constituyó la vanguardia que asentó las bases en su Cuba natal de lo que sería después la fusión de la música popular cubana con el jazz y el rock. De formación académica clásica -su padre tocaba en una gran orquesta clásica-, D'Rivera abandonó el influyente combo a primeros de los ochenta aprovechando una gira por España, en donde solicitó asilo político por sus discrepancias con el régimen castrista.

Todo el anecdotario de esa huida, de su posterior asentamiento en Nueva York y de, prácticamente, toda su carrera, está contado por el propio saxofonista -y también clarinetista- entre la diversión y el detalle en Mi vida saxual, un libro que despertó el interés por su figura. Dentro de poco se publicará su primera novela, Oh, La Habana. Ganador de varios Grammy con Irakere y como solista, ha grabado también con músicos brasileños y grandes orquestas clásicas, es uno de los grandes protagonistas de la película documental Calle 54, de Fernando Trueba, y va a pasarse estos días con la compañía del pianista Alón Yavnai. Entre ello se incluye, por supuesto, la noche de fin de año, ocasión en la que, además, se incorporará el septeto del pianista neoyorquino-madrileño Joshua Edelman, además de Arahí Martínez y Chavy Baró.

- El 'otro' fin de año. Y es que esa noche Madrid se echa a la calle tras tomar las 12 uvas de la suerte para celebrar la llegada de un nuevo año. Hay multitud de fiestas por toda la ciudad, entre salas, discotecas, clubes y domicilios, la mayoría con la música enlatada o pendientes del televisor, así que se acogen con entusiasmo las fiestas de Siroco o Gruta 77, donde actuarán músicos de carne y hueso como Furor, abanderados del rock perra, o El Combo Linga, adalides de la pachanga con discurso.

En la plaza de toros La Cubierta de Leganés se da un acontecimiento singular. En el pabellón multiusos actuarán El Canto del Loco y su juvenil pop heredero de los grupos madrileños de los ochenta, el combo gamberro Inhumanos, la televisiva Roser o los renacidos Modestia Aparte, pero alrededor de la plaza, tres de las salas ahí ubicadas y que organizan el macroconcierto, se unen para que por el mismo precio se pueda pasar de una a otra. El festivo trasiego exige media etiqueta, pero se garantiza todo tipo de servicios y barra libre.

Es una noche en la que las discotecas funcionan a tope, pero el baile más cool volverá a tener lugar en el Círculo de Bellas Artes, a través de diferentes espacios con estilos musicales distintos, donde en los platos se colocarán Miguel Ángel Roca, Kim Kennedy, Chumy y Paco D. Por supuesto, se cuidan mucho también los efectos especiales de luz, las animaciones y la barra libre. En plan más modesto, en Taboo pinchan esa noche pinchadiscos de carácter underground.

- El dúo del año. Pero fuera de toda celebración, salvo la de conmemorar que el año que acaba les ha ido de perlas, el dúo andaluz Andy y Lucas ofrecen dos conciertos esta misma tarde. Hace nada, estos dos gaditanos eran unos perfectos desconocidos, pero el éxito que tuvo en verano su canción Son de amores les convirtió en un verdadero fenómeno para adolescentes.

A medio camino entre Pecos -se dice que son sus sucesores-, Alejandro Sanz en plan lolailo o el más tierno Manu Tenorio, Andy y Lucas caminan firmes, pero aún es pronto para decidir si es el típico caso de flor de un día, o un dúo que ha triunfado para quedarse. De momento, su canción Tanto la quería, incluida también en su disco debú, está teniendo la misma difusión que Son de amores; ya les han dado un premio Ondas, y están seleccionados para un par de premios Amigo, que otorga la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

Además, esta semana concluye el ciclo de música electrónica que se inició la pasada en La Casa Encendida; Leo Minax invita a Rita Tavares a sus sesiones de los martes en La Cara Oculta de La Luna; el saxofonista Bob Sands, también americano pero afincado en el foro, se presenta en cuarteto dejando momentáneamente sus últimas recreaciones de la música de grandes big bands; Sandro pasa a un escenario mayor (Clamores) para probar si es verdad todo eso que se viene diciendo de él como promesa de la nueva canción de autor urbana; y Paco Bello vuelve a vestirse con las galas del Dr. Grillo, su segunda personalidad que ya paseara con éxito hace un par de temporadas por los garitos de Madrid.