Reportaje:PLATO DE AUTOR

Patatas estrelladas con trigueros

El Ajillo es un restaurante coqueto y pequeño que está ubicado en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería), entre El Playazo y la barriada nijareña de Rodalquilar. El establecimiento es conocido porque desde hace años ha sabido hacerse con los paladares más exquisitos a base de platos sencillos y bien elaborados.

De la cocina salen desde una pierna de cordero a un ajoblanco, pasando por unas gambas a la sal, siempre bien acompañados de un buen vino. El plato que nos propone es una guarnición que va muy bien con los asados de carne, además de ayudarnos a absorber mejor el alc...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Ajillo es un restaurante coqueto y pequeño que está ubicado en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería), entre El Playazo y la barriada nijareña de Rodalquilar. El establecimiento es conocido porque desde hace años ha sabido hacerse con los paladares más exquisitos a base de platos sencillos y bien elaborados.

De la cocina salen desde una pierna de cordero a un ajoblanco, pasando por unas gambas a la sal, siempre bien acompañados de un buen vino. El plato que nos propone es una guarnición que va muy bien con los asados de carne, además de ayudarnos a absorber mejor el alcohol, del que se suele abusar en estas fechas. Además, los espárragos trigueros nos aportan vitamina A, E y ácido fólico así como fibra. La responsable de la cocina, que elabora todos los platos de El Ajillo, es Antonia Alcaraz Jiménez. La cocinera ha destacado la importancia de que una guarnición no sea nunca un acompañante pesado y contribuya a una buena digestión.

Ingredientes

(Para dos personas) cuatro patatas de las de cosecha nueva; 250 gr. de espárragos trigueros (cortamos solo la parte tierna, en trocitos), sal y aceite de oliva virgen.

Elaboración

Cortamos las patatas peladas en rodajas finas, les ponemos sal y se mezclan con los espárragos trigueros, se echan en la sartén con aceite de oliva (que las cubra). Se ponen a freír, primero a fuego vivo; pasados cinco minutos les bajamos el fuego y las dejamos cocer en el aceite, cuando están blanditas se escurre bien el aceite sobrante y se sirven.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Este plato aún da más de sí. Puede convertirse en un primer plato si le añadimos unos huevos estrellados. Esto es, una vez blanditas las patatas, se les saca todo el aceite, y se le estrellan encima tres huevos que se dejan cuajar a fuego lento en la sartén. Cuando la clara está cuajada, se remueve todo. Se retira del fuego cuando la yema haya terminado de cuajar. De esta forma, tendríamos resuelto el entrante para otra ocasión.-

Archivado En