'Con la venia', una selección de artículos de Fernando Santiago, fustiga el Cádiz más adocenado
Fernando Santiago (Cádiz, 1959) fue concejal del Ayuntamiento de su ciudad durante 12 años. Licenciado en Ciencias de la Información, dirige el Servicio de Vídeo de la Diputación gaditana y preside la Asociación de la Prensa de Cádiz. Colaborador habitual de la Cadena SER y del Diario de Cádiz, ha reunido sus mejores artículos publicados por este último medio en el volumen Con la venia, recién editado por Quórum.
"El título alude a dos motivos. Por un lado, empecé a escribir cuando dejé el Ayuntamiento y esa era la forma retórica con la que nos dirigíamos al alcalde en los...
Fernando Santiago (Cádiz, 1959) fue concejal del Ayuntamiento de su ciudad durante 12 años. Licenciado en Ciencias de la Información, dirige el Servicio de Vídeo de la Diputación gaditana y preside la Asociación de la Prensa de Cádiz. Colaborador habitual de la Cadena SER y del Diario de Cádiz, ha reunido sus mejores artículos publicados por este último medio en el volumen Con la venia, recién editado por Quórum.
"El título alude a dos motivos. Por un lado, empecé a escribir cuando dejé el Ayuntamiento y esa era la forma retórica con la que nos dirigíamos al alcalde en los plenos. Y al mismo tiempo, es una manera humilde de pedir la palabra", comenta.
En sus colaboraciones semanales, Santiago se propone fustigar el Cádiz más adocenado y chauvinista. "Lo primero que intento es que sean divertidos. Creo que aburrir es un pecado, de modo que cuando escribo intento ser iconoclasta, irreverente, provocador. No intento convencer de nada, sólo trato de escribir con la mayor libertad. Esta es una ciudad que se mira mucho el ombligo y vive encantada de haberse conocido, y creo que la crítica no le viene mal", asegura.
"Cádiz ya no es la ciudad cosmopolita, abierta, universal y culta de los siglos XVIII y XIX. Por el contrario, se ha ido haciendo paulatinamente más cateta, un rincón de omaíta donde muy poco queda de 'la ciudad antipalurda' que decía Marañón, o de aquel lugar en el que, según Byron, las señoras parecían reinas y las sirvientas damas", añade el periodista en un arranque de nostalgia.