Viaje a Irak
Reconozco que el señor Aznar está superando sus propias marcas, y vuelve a asombrarme. Sus ansias viajeras no tienen límite. Su creencia de que el mundo no giraría si él no interviene, también.
El sábado hizo un viaje a lo Superman. Están muy contentos, los soldados, según él. Otras noticias dicen que los soldados se quedaron perplejos cuando anunciaron por los altavoces: "¡El presidente!". Volvió pronto, entre fuertes medidas de seguridad. Suponemos que llevaría turrón, ya que su ídolo Bush llevó un pavo.
Y volvió diciendo que los soldados estaban muy contentos de servir ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Reconozco que el señor Aznar está superando sus propias marcas, y vuelve a asombrarme. Sus ansias viajeras no tienen límite. Su creencia de que el mundo no giraría si él no interviene, también.
El sábado hizo un viaje a lo Superman. Están muy contentos, los soldados, según él. Otras noticias dicen que los soldados se quedaron perplejos cuando anunciaron por los altavoces: "¡El presidente!". Volvió pronto, entre fuertes medidas de seguridad. Suponemos que llevaría turrón, ya que su ídolo Bush llevó un pavo.
Y volvió diciendo que los soldados estaban muy contentos de servir a la patria, etcétera. Si lo dice, me apena, porque es muy probable que no sea verdad. ¿Por qué será?- María E. González. Vigo.
Rehusando la seguridad de un Yakovlev 42, en un Airbus cualquiera, sin más protección que su valentía, viaja a Irak con una única petición: sustituir a un soldado durante cuatro horas en la misión más arriesgada. Por cierto, con una condición: que no haya cámaras de televisión ni fotógrafos; quiere que su acto sea anómino como deben ser las buenas obras. Otro detalle, antes de la vuelta pidió orar brevemente ante las fosas -¿comunes?- de los cientos de víctimas inocentes de la liberación, todavía no oficialmente cuantificadas. Qué gran lección de valentía y dignidad. Qué vago olor a naftalina. Qué buen español y qué gran hombre.