OPINIÓN DEL LECTOR

A la construcción como a la guerra

Ya han pasado más de ocho años desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención y en este país, más concretamente en la construcción, no ha cambiado nada. La media en construcción se mantiene en torno a 25 fallecidos al año en Euskadi. No es, pues, de extrañar que algún trabajador de este sector, cada mañana deje misivas en la mesilla de su habitación en un tono similar a este.

Querida esposa: Un día más de lluvia y frío que tengo que ganarme el sueldo en una de tantas subcontratas anónimas, de esas que aparecen y desaparecen como setas, de esas que pagan poco, te hacen trabajar 10 hor...

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Ya han pasado más de ocho años desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención y en este país, más concretamente en la construcción, no ha cambiado nada. La media en construcción se mantiene en torno a 25 fallecidos al año en Euskadi. No es, pues, de extrañar que algún trabajador de este sector, cada mañana deje misivas en la mesilla de su habitación en un tono similar a este.

Querida esposa: Un día más de lluvia y frío que tengo que ganarme el sueldo en una de tantas subcontratas anónimas, de esas que aparecen y desaparecen como setas, de esas que pagan poco, te hacen trabajar 10 horas al día, en las que todo corre prisa, en las que la seguridad se olvida, en las que la persona no cuenta, de las que juegan a la lotería con nuestras vidas, apostando por la suerte y no por la prevención.

Esta empresa es la segunda subcontrata en esa cadena interminable; lo más duro es, que la obra es una obra pública y yo en mi inocencia pensaba que la Administración como tal iba a cumplir y a hacer cumplir la Ley; al parecer me he equivocado.

Quiero que sepas, por si soy uno de los 25 fallecidos en accidente, que quiero vivir, pero que me obligan a jugármela cada día, o de lo contrario me quedo sin medio de vida, con lo que mantener a nuestros hijos.

Esto es como la guerra, todos los que caemos somos del mismo lado. Las empresas tienen todas las armas legales de su parte; los trabajadores, sólo las manos para defendernos, da por seguro, que las utilizaremos, si es necesario.

Mientras estamos colgados en el andamio, o estamos comiendo el bocadillo solemos comentar: "¿Dónde está el Consejero que tanto habla? ¿Los técnicos de Osalan? ¿Qué pasa con la Inspección? ¿Por qué tanto pistolero con la Ley de su parte? ¿Hasta cuando esta situación?

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Vista la gravedad de la situación, sólo nos queda la esperanza de que CC OO, (así lo pretende), elimine la subcontratación y sea parte activa en la prevención, mediante los delegados territoriales de Seguridad y Salud y empiece a poner orden en esta selva.

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