Un acusado de matar a otro con un tronco de árbol dice que sólo pretendía asustarlo

Un tribunal popular juzga desde ayer al marroquí A. F. O., de 36 años, acusado de matar a golpes a un temporero argelino con un tronco de madera, en mayo de 2002 en Callosa d'En Sarrià (Marina Baixa). El procesado admitió que golpeó en varias ocasiones a la víctima ante, según declaró, sus continuas amenazas de muerte y por miedo a que le asestara una navajazo. "Yo llevaba el tronco para darle miedo", manifestó el acusado durante la vista oral celebrada en la Sección 2ª de la Audiencia de Alicante.

El incriminado se enfrenta a once años de prisión por un supuesto delito de homicidio. Lo...

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Un tribunal popular juzga desde ayer al marroquí A. F. O., de 36 años, acusado de matar a golpes a un temporero argelino con un tronco de madera, en mayo de 2002 en Callosa d'En Sarrià (Marina Baixa). El procesado admitió que golpeó en varias ocasiones a la víctima ante, según declaró, sus continuas amenazas de muerte y por miedo a que le asestara una navajazo. "Yo llevaba el tronco para darle miedo", manifestó el acusado durante la vista oral celebrada en la Sección 2ª de la Audiencia de Alicante.

El incriminado se enfrenta a once años de prisión por un supuesto delito de homicidio. Los hechos enjuiciados ocurrieron sobre las 2.45 del 2 de mayo, en una casa de Callosa d'En Sarrià

en ruinas conocida con el nombre Pepita. Allí se hospedaban la víctima y el imputado mientras trabajaban como jornaleros durante la campaña del níspero.

Según informó la Guardia Civil, cuando se produjeron los hechos, los inmigrantes se enzarzaron en una discusión. El fallecido fue el primero en golpear al presunto homicida, aunque sólo le ocasionó heridas leves. La provocación del primero fue repelida brutalmente por el segundo. Éste agarró un tronco de madera y se ensañó a golpes con la víctima. Según consta en el escrito de calificación del fiscal, el fallecido sufrió dos traumatismos craneoencefálico y facial que le produjeron la muerte inmediata.

El supuesto homicida relató ayer que, la noche en que ocurrió el suceso, la víctima y otro bracero discutían después de haber ingerido altas dosis de alcohol. "Hay gente que está durmiendo, le dije", señaló. Y después agregó: "Entonces, me golpeó con su radio en la cara, mientras me decía que me iba a matar y a cortar la cabeza".

Tras esto, el procesado, según su relato, se dirigió al espejo de la cocina para ver la herida que le había ocasionado; allí agarró un tronco de árbol y atizó a la víctima en varias ocasiones. El acusado no recordó el número de golpes que le propinó. El juez recalcó al acusado que su versión no coincidía con la declaración inicial. La defensa solicita una reducción de condena por un atenuante de arrebato.

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