¿Sueño o pesadilla?

"Dentro de diez o de veinte años", reflexiona Miguel Ángel Lotina, el entrenador del Celta, "nadie se acordará de que el sábado pasado perdimos (3-2) en Pamplona ante Osasuna. Sin embargo, el que ganáramos [hoy] al Milan en el mítico estadio de San Siro no se olvidaría en toda la vida". Para el equipo gallego, como para la Real Sociedad, la Liga de Campeones ha supuesto el ingreso en la casta dominante, la de los clubes que verdaderamente escriben la gran historia del fútbol. Pero, al apuntar tan alto, los dos han acabado por descuidar sus deberes cotidianos, los caseros. El sueño europeo se h...

"Dentro de diez o de veinte años", reflexiona Miguel Ángel Lotina, el entrenador del Celta, "nadie se acordará de que el sábado pasado perdimos (3-2) en Pamplona ante Osasuna. Sin embargo, el que ganáramos [hoy] al Milan en el mítico estadio de San Siro no se olvidaría en toda la vida". Para el equipo gallego, como para la Real Sociedad, la Liga de Campeones ha supuesto el ingreso en la casta dominante, la de los clubes que verdaderamente escriben la gran historia del fútbol. Pero, al apuntar tan alto, los dos han acabado por descuidar sus deberes cotidianos, los caseros. El sueño europeo se ha convertido en una pesadilla doméstica. Mientras en la Liga nacional merodean por los puestos de descenso cuando una temporada atrás volaban por las alturas, el Celta y la Real buscan el alivio, la proeza, de una plaza en los octavos de final de la Champions. Para seguir soñando. Quizá, también, para seguir sufriendo.

El Celta, que esta noche visita al Milan, tiene su continuidad europea bastante más complicada que la Real Sociedad, que mañana recibirá en Anoeta al Galatasaray, turco, con el empate como meta suficiente. Pero, si la alcanzase, su logro adquiriría mayor mérito por las dificultades de los rivales a los que ha tenido que encarar. Para un debutante como el cuadro vigués, ya representa un cierto éxito el haber llegado con posibilidades a la última jornada de un grupo clasificatorio, el H, en el que se han dado cita el Milan y el Ajax, que reúnen nada más y nada menos que diez Copas de Europa en sus vitrinas. Por eso Lotina sigue alimentando el sueño continental aunque sea al caro coste de acrecentar el suplicio en la competición peninsular. "La Champions nos está dando grandes satisfacciones. Así que nadie crea que la podemos tirar con la idea de levantarnos en la Liga", avisaba ayer, a su llegada a la ciudad italiana.

Hasta ahora, la principal tacha del Celta en Europa es su empate (1-1) de hace dos semanas, en Balaídos, ante el Brujas, ya que le ha dejado a expensas de una carambola. Necesita ganar en San Siro y que el Ajax no consiga el triunfo en el campo del Brujas, al que su victoria, unida a la derrota celeste, también le pondría en la segunda ronda. Dicho así, suena casi imposible. Pero el Milan de hoy estará muy descafeinado. Ya tiene la clasificación en el bolsillo y ha enviado por adelantado a Tokio a medio equipo titular para preparar la Copa Intercontinental. Cerca, muy cerca, el Celta puede encontrar un precedente que le invite al optimismo. El Deportivo llegó el curso pasado en idénticas circunstancias y se volvió con el triunfo que precisaba.

Pese a los signos de fatalismo y a las borrascas que le rodean, Lotina cierra filas con sus futbolistas. "Sobre su actitud, no hay nada que reprocharles", asegura. Pero los dirigentes del club están molestos, nerviosos. Con la plantilla, por haberse amotinado en la víspera del primer duelo contra el Milan (0-0) para reclamar pagos atrasados. Y con el propio Lotina, por no haber parado la rebelión. Las secuelas persisten, el equipo no arranca y esta vez ha sido el presidente, Horacio Gómez, quien ha añadido picante a la vigilia del choque contra el campeón vigente. "En estos momentos, Lotina tiene nuestra confianza. Pero los resultados son los que mandan en el fútbol", ha advertido en la capital lombarda.

Un partido tras otro, Lotina da vueltas al once. En el sistema y en los jugadores. Especialmente, en la defensa, que ha pasado de ser el sostén del grupo a la causa de buena parte de sus aflicciones. En la temporada anterior, el Celta acabó como el segundo equipo menos batido de la Liga. Pero en la campaña actual ha recibido casi el doble de los goles que había soportado entonces a estas alturas. Por el eje central han pasado en los últimos cinco meses hasta siete futbolistas: Cáceres, Sergio, Berizzo, Contreras, Sylvinho, Juanfran y Méndez. La gran incógnita sobre la alineación de hoy es si Lotina jugará con dos o con tres centrales. También hay dudas en la portería. Y no estará Mostovoi, con problemas musculares.

Milan: Abbiati; Simic, Laursen, Costacurta, Kaladze; Brocchi, Ambrosini, Seedorf; Rui Costa; Tomasson y Borriello.

Celta: Pinto; Cáceres, Berizzo, Sylvinho; Ángel, José Ignacio, Luccin, Juanfran; Jesuli, Gustavo López; y Milosevic.