RADIOGRAFÍA DE LAS CARRETERAS DE ACCESO A LA CAPITAL / 3

"Cuando puedo, cojo la R-2 para evitarme el tapón"

Pedro García invierte 75 minutos de Alcalá a Madrid

Una hora y cuarto en hacer apenas 30 kilómetros. Pedro García, economista de 32 años vive en Alcalá de Henares y trabaja en la capital, en unas oficinas cercanas a la estación de Chamartín. "Cuando puedo, cojo la autopista de peaje R-2 para evitarme el tapón", explica. Pero el peaje de la R-2 es caro como para pagarlo todos los días. Así que Pedro a veces va por la R-2 y a veces lo hace por la carretera de Barcelona, como hizo el pasado lunes.

Antes de salir de casa, se despide de su mujer, Marisa, y de su perra Lia. Caras de sueño. Son las ocho menos cuarto de la mañana. Pedro l...

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Una hora y cuarto en hacer apenas 30 kilómetros. Pedro García, economista de 32 años vive en Alcalá de Henares y trabaja en la capital, en unas oficinas cercanas a la estación de Chamartín. "Cuando puedo, cojo la autopista de peaje R-2 para evitarme el tapón", explica. Pero el peaje de la R-2 es caro como para pagarlo todos los días. Así que Pedro a veces va por la R-2 y a veces lo hace por la carretera de Barcelona, como hizo el pasado lunes.

Antes de salir de casa, se despide de su mujer, Marisa, y de su perra Lia. Caras de sueño. Son las ocho menos cuarto de la mañana. Pedro llegará a la estación de Chamartín a las nueve. Hace el trayecto en un Seat Córdoba verde mientras escucha las noticias por la radio. "Esta carretera es horrorosa, hay tráfico de entrada a Madrid y también de entrada a Alcalá cuando vuelvo por la noche", señala. "Tendrían que poner un bus-VAO como en la carretera de A Coruña", añade.

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Para Pedro, la R-2 ha mejorado -"aunque tampoco mucho"- el tráfico de la N-II. "Antes podía tardar dos horas en llegar a Madrid", explica. La circulación es lenta. Los coches se detienen por primera vez en el kilómetro 18, en el enlace con la M-45, la M-50 y la R-2. Las retenciones duran hasta el kilómetro 14. "Aquí es donde se forma el peor tomate", dice Pedro. Y añade: "No me extraña que la gente llegue al trabajo cabreada". Para Pedro, los principales problemas de la carretera de Barcelona son la falta de carriles y el asfaltado: "Es malísimo, vas dando botes". "Las carreteras del corredor del Henares siempre han sido olvidadas por la Administración", opina.

¿Por qué no opta por el transporte público? La casa de este economista está a cinco minutos de la estación de tren de Alcalá y su oficina, a dos minutos de la estación de Chamartín. Línea directa. "Porque por mi trabajo tengo que desplazarme mucho en coche por la capital. No podría ir en tren", concluye.

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