A la espera de un carril bus
Varios inspectores apostados en las paradas de la terminal de la plaza de Castilla tratan de poner un poco de orden al frenético movimiento de la hora punta de la mañana. "Vamos, son las siete, sal zumbando", ordena uno de ellos al conductor del autobús 151.
A esa hora, la mayoría de los que viajan en este autobús hacia Alcobendas son empleados de la construcción, muchos de ellos inmigrantes. Si uno tiene la suerte de viajar sólo hasta la entrada del pueblo, tarda unos 10 minutos en recorrer la carretera de Burgos (N-I), prácticamente vacía a esa hora. La N-I no cuenta con un carril esp...
Varios inspectores apostados en las paradas de la terminal de la plaza de Castilla tratan de poner un poco de orden al frenético movimiento de la hora punta de la mañana. "Vamos, son las siete, sal zumbando", ordena uno de ellos al conductor del autobús 151.
A esa hora, la mayoría de los que viajan en este autobús hacia Alcobendas son empleados de la construcción, muchos de ellos inmigrantes. Si uno tiene la suerte de viajar sólo hasta la entrada del pueblo, tarda unos 10 minutos en recorrer la carretera de Burgos (N-I), prácticamente vacía a esa hora. La N-I no cuenta con un carril especial para el transporte público como el que existe en la entrada a Madrid por la A-6 (el bus-VAO). Por eso, y a la espera de la construcción de esta vía (prometida por el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón), los problemas que encuentran los usuarios del 151 para acceder a Madrid son los mismos que sufren los turismos.
Unas 1.100 personas entran cada día en este autobús a Madrid en hora punta y tardan 30 minutos en recorrer 13 kilómetros: 12 minutos en hacer el recorrido por Alcobendas hasta la entrada a la N-I y 18 minutos más para llegar al destino final tras salvar el tapón de la plaza de Castilla.