La policía detiene en una nueva redada a 44 inmigrantes

Las redadas se han convertido en una de las principales actividades policiales durante los fines de semana en los últimos meses. Agentes antidisturbios y de la comisaría de Coslada entraron en la madrugada de ayer en dos locales de copas frecuentados por inmigrantes y detuvieron a 44 clientes por incumplir la Ley de Extranjería, según fuentes policiales. Estos arrestos se producen un día después de una operación similar desarrollada en la zona de copas Costa Polvoranca, de Alcorcón, donde fueron conducidos a comisaría 50 inmigrantes.

La operación de ayer se desarrolló en los bare...

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Las redadas se han convertido en una de las principales actividades policiales durante los fines de semana en los últimos meses. Agentes antidisturbios y de la comisaría de Coslada entraron en la madrugada de ayer en dos locales de copas frecuentados por inmigrantes y detuvieron a 44 clientes por incumplir la Ley de Extranjería, según fuentes policiales. Estos arrestos se producen un día después de una operación similar desarrollada en la zona de copas Costa Polvoranca, de Alcorcón, donde fueron conducidos a comisaría 50 inmigrantes.

La operación de ayer se desarrolló en los bares de copas Willow y La Cueva, que se encuentran en la calle de Argentina de Coslada. Sobre las tres de la madrugada, un gran número de policías irrumpió en el interior de los locales y comenzó a pedir la documentación a todos los que estaban presentes. "Lo que más nos ha dolido es que, de repente, uno de ellos gritó que los españoles que tuvieran el carné de identidad se podían marchar a casa", protestó uno de los clientes que había en el bar. "¿Quieren evitar la inseguridad en las zonas de copas o sólo buscan acosar y perseguir a los inmigrantes?", se preguntaba este afectado.

Los agentes comenzaron a cachear a los inmigrantes y a registrar sus bolsos. Al final resultaron detenidas 44 personas: 41 rumanos, un búlgaro, un argentino y un polaco. Todos fueron llevados a comisaría, donde se les incoaron los preceptivos procedimientos de expulsión del país por incumplir la Ley de Extranjería. "Sólo parecía que les interesaban los hombres, porque de todos los detenidos sólo dos eran mujeres, según comprobamos los que estábamos allí", señaló el mismo testigo.

La policía también levantó diversas actas por tenencia de estupefacientes, que llevan aparejadas multas de hasta 600 euros que impone la Delegación del Gobierno. Durante los registros los agentes se toparon con diversas armas, que fueron decomisadas. En concreto, los policías se incautaron de un machete, tres bates de madera, un bastón extensible, dos navajas y un pulverizador de gas paralizante. "Decían que buscaban droga y armas, pero, desde luego, la forma en la que actuaron invita a pensar si realmente querían eso o iban a por los extranjeros", añadió otra afectada por la redada.

Alarde de "firmeza"

Un problema con el que se encontraron los detenidos es que el abogado de oficio se presentó sobre la una de la tarde, según comentaron varios afectados, lo que retrasó el inicio de los expedientes de expulsión. Fuentes policiales aseguraron que todos los detenidos iban a ir quedando en libertad durante la tarde de ayer. "Estas operaciones se preparan para luchar contra la inseguridad que sufren determinadas zonas de la región. Buscan controlar los puntos más conflictivos ", señaló un portavoz policial.

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El ministro del Interior, Ángel Acebes, señaló la semana pasada en el Senado que las redadas son "una forma de luchar contra la delincuencia" y que hacen falta "intervenciones policiales, firmeza y plantar cara a los delincuentes y a sus organizaciones delictivas". Un dispositivo similar fue puesto en marcha en septiembre de 2001 por el entonces jefe superior de Madrid, Julio Corrochano, a través de la Operación Café, que se centraba en controlar los bares de copas frecuentados por colombianos y ecuatorianos.

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