Un libro repasa los 75 años del Montepío del puerto de Valencia

Durante buena parte del siglo pasado, los trabajadores carecían de cobertura ante las enfermedades, la invalidez por accidente de trabajo o la propia vejez. Situaciones ante las cuales las alternativas eran el patrimonio personal o familiar (en un tiempo en el que la capacidad de ahorro de los trabajadores era escasa) o la beneficencia. Este desamparo hizo proliferar, a partir del siglo XVIII, los Montepíos, organizaciones con una finalidad mutualista, de previsión y socorro en un intento de cubrir las necesidades que los Gobiernos no cubrían. El historiador y periodista Manuel del Álamo (Alba...

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Durante buena parte del siglo pasado, los trabajadores carecían de cobertura ante las enfermedades, la invalidez por accidente de trabajo o la propia vejez. Situaciones ante las cuales las alternativas eran el patrimonio personal o familiar (en un tiempo en el que la capacidad de ahorro de los trabajadores era escasa) o la beneficencia. Este desamparo hizo proliferar, a partir del siglo XVIII, los Montepíos, organizaciones con una finalidad mutualista, de previsión y socorro en un intento de cubrir las necesidades que los Gobiernos no cubrían. El historiador y periodista Manuel del Álamo (Albacete, 1957) repasa en su último libro Montepío del Colectivo Portuario de Valencia, M.P.S., el recorrido del Montepío de Dependientes de Agentes de Aduana y Consignatarios de Buques de Valencia, durante sus 75 años de historia desde su creación, en 1928, hasta la actualidad.

Fundado por Vicente Gallart Montesinos, su capital social inicial fue de 50.000 pesetas, "nada mal para unos inicios", destaca el autor. Las dificultades atravesadas durante la guerra civil, el recelo inicial del régimen franquista o su fuerte desarrollo a partir de los años cincuenta, son algunos de los puntos que repasa el libro de Del Álamo. El historiador incide en que el Montepío portuario de Valencia "es una de las pocas entidades de este tipo que aún conserva el nombre". Y Francisco J. Ripoll, presidente actual de esta institución, recuerda en la introducción del volumen que es también uno de los pocos que "han podido adaptarse a la Ley del Seguro y Reaseguro de 1991, por la cual muchos de los Montepíos existentes en aquel entonces, y con tantos años o más que el nuestro, tuvieron que disolverse o convertirse en meras asociaciones culturales". En la actualidad el Montepío valenciano, que se financia con cuotas y donativos, cuenta con más de un millar de socios y a su función de provisión social une la de centro de encuentro y de organización de actividades.

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