Santana Motor prevé vender 4.375 unidades del todoterreno Aníbal en 2004

La factoría linarense destinará a la exportación el 75% de la producción del nuevo vehículo

El fabricante andaluz de vehículos todoterreno Santana Motor prevé la comercialización, el próximo año, de 4.375 unidades del modelo Aníbal, el 75% de ellas destinadas al mercado internacional. La previsión fue anunciada ayer en la Convención Internacional de Ventas que ha celebrado la compañía esta semana en la localidad malagueña de Benahavís, a la que han asistido directivos de la empresa y responsables comerciales de 42 países de los cinco continentes.

La previsión fijada para el año 2004 supondrá, de cumplirse, un incremento de ventas cercano al 160%, ya que este año el fabricante ...

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El fabricante andaluz de vehículos todoterreno Santana Motor prevé la comercialización, el próximo año, de 4.375 unidades del modelo Aníbal, el 75% de ellas destinadas al mercado internacional. La previsión fue anunciada ayer en la Convención Internacional de Ventas que ha celebrado la compañía esta semana en la localidad malagueña de Benahavís, a la que han asistido directivos de la empresa y responsables comerciales de 42 países de los cinco continentes.

La previsión fijada para el año 2004 supondrá, de cumplirse, un incremento de ventas cercano al 160%, ya que este año el fabricante terminará con 1.700 unidades comercializadas, de las que algo más de 1.100 unidades correspondieron a la exportación, principalmente destinadas a ejércitos y policías de diversos países. La estrategia de Santana Motor, según declaró el director de Exportación de Santana Motor, Keith McGregor, es la de liderar el mercado de los todoterreno de uso profesional.

El Aníbal, que está pendiente de homologación por las Fuerzas Armadas españolas, ha sido resultado de cuatro años de trabajo del Departamento de Ingeniería de la fábrica de Linares (Jaén), en la que la compañía produce, bajo licencia Suzuki, los todoterreno Jimny y Vitara. El Santana Aníbal, basado en el antiguo todoterreno construido bajo licencia Land Rover, es la principal apuesta de la factoría jienense, propiedad del Instituto de Fomento de Andalucía, para mejorar sus cuentas.

En 2002, las pérdidas de Santana Motor superaron los 23 millones de euros, seis más que en 2001. Los números rojos, sin embargo, se han reducido a la mitad desde que la Junta vendió varias líneas de negocio. La viabilidad de Santana Motor también está pendiente de las negociaciones para prorrogar hasta 2010 la licencia de Suzuki.

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