Calendario escolar
En relación con las quejas de don Rafael Feito Alonso en su carta del 31-10-03, referente al "absurdo calendario escolar", y como profesor de instituto, querría puntualizar lo siguiente:
Las festividades no son "sorpresivas". Responden a un calendario oficial hecho público al principio de curso y comunicado por los centros a sus padres. El padre que no quiera enterarse, pues que no se entere y no planifique su vida, pero que no confunda a un centro con una agencia de noticias. Con su criterio, se podría abolir la fiesta de la Almudena dado que hay familias que trabajan fuera del municip...
En relación con las quejas de don Rafael Feito Alonso en su carta del 31-10-03, referente al "absurdo calendario escolar", y como profesor de instituto, querría puntualizar lo siguiente:
Las festividades no son "sorpresivas". Responden a un calendario oficial hecho público al principio de curso y comunicado por los centros a sus padres. El padre que no quiera enterarse, pues que no se entere y no planifique su vida, pero que no confunda a un centro con una agencia de noticias. Con su criterio, se podría abolir la fiesta de la Almudena dado que hay familias que trabajan fuera del municipio y no saben qué hacer con sus hijos.
Los profesores y maestros no somos quienes abrimos o cerramos el centro, y mucho menos "cerramos con un portazo". Los centros educativos no son guarderías, porque ése no es su trabajo. A pesar de ello, muchos ofrecen servicios de guardería, comedor y actividades extraescolares.
Su problema de no saber dónde dejar a sus hijos un día de fiesta no es competencia de un trabajador docente. No somos "custodios de la infancia", don Rafael. Ese papel pertenece a la familia, le guste o no, le convenga o no. Los sindicatos deben defender lo conseguido para el beneficio de un sector laboral. ¿Qué noción tiene usted de lo que es un sindicato?
Los centros no son subordinados de la vida de las familias, ni son responsables de la falta de guarderías. Comprendo que usted tenga sus problemas, pero yo también los tengo. No nos los echemos encima. Si usted no sabe qué hacer con sus propios hijos, ¿qué nos está contando?