Columna

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Uno. Imaginemos que un grupo de marroquíes patrullara las calles de El Ejido a la caza del almeriense. Imaginemos que buscaran a sus víctimas entre los miembros de la corporación municipal, a cuyo alcalde presidente acusaran absurdamente de fomentar y tolerar la xenofobia. Imaginemos, como digo, que a eso de las once saliera un auxiliar administrativo del ayuntamiento a tomarse tranquilamente un pincho de tortilla, y que un destartalado coche lleno de marroquíes malolientes se colocara a su altura. Imaginemos que uno de los marroquíes sacara medio cuerpo fuera del vehículo y le arreara al pobr...

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Uno. Imaginemos que un grupo de marroquíes patrullara las calles de El Ejido a la caza del almeriense. Imaginemos que buscaran a sus víctimas entre los miembros de la corporación municipal, a cuyo alcalde presidente acusaran absurdamente de fomentar y tolerar la xenofobia. Imaginemos, como digo, que a eso de las once saliera un auxiliar administrativo del ayuntamiento a tomarse tranquilamente un pincho de tortilla, y que un destartalado coche lleno de marroquíes malolientes se colocara a su altura. Imaginemos que uno de los marroquíes sacara medio cuerpo fuera del vehículo y le arreara al pobre auxiliar un palo en la cabeza. Imaginemos que tras este aperitivo repitieran la operación con otros diez o doce vecinos más, unos nacidos en Adra, otros en Berja, pero todos ellos residentes en el municipio de El Ejido.

¿Cuál sería la reacción de Juan Enciso, el conocido alcalde de esta localidad? A) Declararía lo siguiente: "los agresores son personas de tal y tal sitio, la Guardia Civil me lo ha comunicado. Todo esto es lamentable. No puedo entender que haya personas que se dediquen a hacer estas cosas sin ni siquiera dar oportunidad a defenderse. Es muy grave" (ver El País Andalucía, 9-11-2003). B) Calmaría a los vecinos subrayando que se trata de un incidente aislado, y recordaría que el comportamiento de unos cuantos sujetos marginales en modo alguno puede extrapolarse al conjunto de una raza o nacionalidad.

Dos. Imaginemos que Rodríguez- Comendador, alcalde de Almería, no fuera tan calzonazos con el GIAL de Megino, su socio en el gobierno, y que cesara al incompetente concejal de las basuras, un tal Esteban, que quiere que agentes de la Policía Local abran las bolsas colocadas indebidamente en busca de facturas o documentos que delaten al infractor. Imaginemos que a estos agentes se les encomendara husmear en otro tipo de basura. Imaginemos que Rodríguez-Comendador les ordenara aplicar la doctrina anticipatoria de Aznar y que tuvieran que ir obra por obra denunciando a todos los constructores que no cumpliesen a rajatabla las medidas de seguridad, anticipándose de este modo a la muerte de algún obrero.

¿Qué sucedería? A) Comendador no es un alcalde calzonazos con el GIAL. B) El concejal de las basuras no es un incompetente.

Tres. Imaginemos ahora a un hombre que quiere batir un récord Guinness. Imaginemos que nuestro amigo quisiera ser el primer legionario de Cristo que cruza el Estrecho de Gibraltar en moto acuática aguantándose las ganas de orinar. Se trata de algo irrelevante, pero imaginemos que él lo hace contra las drogas y en pro de los más necesitados. Imaginemos que la hazaña estuviera patrocinada por Radio Televisión Española, proveedora de la casa real; que la salida de Tánger hubiese sido cubierta por el espacio Corazón-corazón y que Alfredo Urdaci quisiera dar la llegada en las páginas culturales del Telediario Segunda Edición. Pero imaginemos que a nuestro hombre se le rompe la moto a tres millas de Rota.

¿Quién lo rescataría? A) Ministerio de Fomento. B) Salvamento marítimo. C) Guardia Civil. D) Alfredo Urdaci. D) Legionarios de Cristo. E) La madre que los parió.

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