En 30 años el número de profesoras del CSIC sólo ha aumentado del 8% al 15%

Las mujeres investigadoras dieron ayer la voz de alarma. Aunque en las universidades son ya el 53% de las licenciadas, sólo hay un 16% de catedráticas y en el CSIC, la principal institución de investigación española, el número de profesoras de investigación, que es la categoría más alta, ha pasado de 1970 a 2003 del 8% al 15,4%. La evolución indica que en los últimos 10 años la progresión en la incorporación de mujeres investigadoras a ámbitos de responsabilidad ha sufrido un parón, pese a que cada vez hay más en los niveles de base.

"No sólo no avanzamos suficiente, sino que retroceder...

Las mujeres investigadoras dieron ayer la voz de alarma. Aunque en las universidades son ya el 53% de las licenciadas, sólo hay un 16% de catedráticas y en el CSIC, la principal institución de investigación española, el número de profesoras de investigación, que es la categoría más alta, ha pasado de 1970 a 2003 del 8% al 15,4%. La evolución indica que en los últimos 10 años la progresión en la incorporación de mujeres investigadoras a ámbitos de responsabilidad ha sufrido un parón, pese a que cada vez hay más en los niveles de base.

"No sólo no avanzamos suficiente, sino que retroceder es posible", advirtió ayer Flora de Pablo, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas y profesora de investigación del CSIC, en un seminario sobre Mujer y ciencia celebrado en Barcelona con motivo de la Semana de la Ciencia. Flora de Pablo puso cifras a la famosa tijera que permite visualizar el declive de las mujeres conforme se avanza en el escalafón universitario. Si entre los licenciados de las universidades públicas el 53% son mujeres, en el nivel de profesor asociado son el 42%, en el de profesores titulares bajan al 36% y en el de catedrático apenas llegan al 16%. Entre las 68 universidades españolas suman 3 rectoras y 13 vicerrectoras.

Todas las cifras, que fueron abundantes, llevaban a la misma conclusión: el camino recorrido es muy inferior al esfuerzo realizado. Pese a sus méritos, la mayoría de las mujeres permanecen, en palabras de una investigadora, "pegadas al asfalto", es decir, en la base.

"Muchas mujeres se van quedando por el camino", dijo María José Izquierdo, catedrática de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, que expuso los datos de su propia universidad, obtenidos en un estudio encargado por el rectorado para promover políticas de paridad. Aunque también en este caso las mujeres representan algo más de la mitad de los licenciados, su representación en los puestos de decisión es sumamente precaria: de los 13 miembros del equipo de gobierno, sólo 2 son mujeres; de los 19 decanos, sólo 2 son féminas, y de los 62 jefes de departamento, 45 son hombres.

"Las mujeres siguen siendo el pilar en los cuidados sociales y familiares, que realizan sin ningún tipo de remuneración, en detrimento de su carrera profesional", explicó Izquierdo, quien afirmó que la ecuación sobre la igualdad no está aún resuelta, porque "los hombres siguen enfocando todo su tiempo y sus esfuerzos en su trayectoria laboral y se sigue considerando que el cuidado de los niños o los ancianos es un problema de la mujer".

Pero la doble carga que ellas soportan no es la única causa de su escaso progreso en el escalafón. Hay también discriminación en la selección, y al respecto se citaron varios estudios, entre ellos el de dos investigadoras suecas que demostraron que en los concursos para obtener plazas o subvenciones para la investigación las mujeres habían aportado 2,2 veces más méritos (publicaciones, años de dedicación, etcétera) que los hombres.

Según Joaquima Álvarez, sólo un tercio del personal investigador del CSIC lo constituyen mujeres, pero sólo una de cada 10 alcanza la máxima categoría investigadora. "La promoción interna se hace a partir de la evaluación del currículo. Los resultados de nuestro estudio atestiguan que no hay diferencias de producción entre los hombres y las mujeres en la categoría de inicio; sin embargo, muy pocas mujeres prosperan", explicó Álvarez, que trabaja en uno de los 15 institutos que tiene el CSIC en Cataluña, de los cuales sólo uno está dirigido por una mujer.

Las catedráticas, profesoras universitarias e investigadoras que participaron en el seminario, celebrado en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (UB), coincidieron en criticar la falta total de concordancia entre la proclamación pública de intenciones que realizan los responsables de las principales instituciones de investigación y la realidad de la que son directamente responsables. De hecho, en muchos casos ni siquiera cumplen la normativa vigente: Teresa Freixas, catedrática de Derecho Constitucional de la UAB, recordó ayer que las leyes de la Unión Europea y la futura Constitución "son muy claras en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, y eso debe cumplirse a rajatabla".