Las empresas francesas deberán suprimir un día festivo al año para ayudar a la vejez

El Gobierno prevé recaudar 1.900 millones de euros anuales

El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, confirmó ayer la supresión de un día festivo del calendario laboral para dedicar el producto de esta jornada extra a financiar un plan de ayuda a la vejez y a los minusválidos, valorado en 1.900 millones de euros por año, desde 2005 a 2008. La festividad suprimida será el Lunes de Pentecostés para las instituciones estatales, mientras las empresas privadas podrán suprimir, a la carta, la que mejor les convenga para sus planes de producción o en las que sea más fácil conseguir el acuerdo de empresarios y trabajadores.

El plan ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, confirmó ayer la supresión de un día festivo del calendario laboral para dedicar el producto de esta jornada extra a financiar un plan de ayuda a la vejez y a los minusválidos, valorado en 1.900 millones de euros por año, desde 2005 a 2008. La festividad suprimida será el Lunes de Pentecostés para las instituciones estatales, mientras las empresas privadas podrán suprimir, a la carta, la que mejor les convenga para sus planes de producción o en las que sea más fácil conseguir el acuerdo de empresarios y trabajadores.

El plan a la carta para el sector privado puede complicar la recaudación de la parte más importante de la suma prevista. Los estudios estiman en 1.200 millones de euros la suma aportada de las empresas privadas, es decir, la parte del león en la financiación buscada. El Lunes de Pentecostés suprimido para el sector público sólo aportará 400 millones. Otros 300 millones serán obtenidos por medio de una nueva imposición a las rentas del capital, salvo ciertos productos de ahorro popular, a los que no afectará la nueva contribución.

La aplicación de la medida exigirá una cotización suplementaria del 0,3% de la masa salarial a una Caja Nacional específica, que se creará ex novo para gestionar estos fondos a favor de la dependencia y las minusvalías, y que tendrá la consideración de nueva rama de la Seguridad Social. Esto implica, de hecho, la implantación de una nueva cobertura social, que gestionará un programa de ayudas a la vejez y a los minusválidos, añadido al sistema de pensiones existente.

Con el producto de esta nueva cobertura se intenta mantener en sus domicilios a las personas ancianas y a los minusválidos durante todo el tiempo que sea posible. De los 1.900 millones de euros anuales, se atribuirán 800 millones a la ayuda a las personas dependientes, 850 para los minusválidos y 400 millones a la financiación de la Ayuda Personalizada de Autonomía (APA), una prestación ya establecida desde finales de los años noventa que resultaba difícil de satisfacer por falta de recursos. El Gobierno dice que dedicará este dinero a modernizar más de 6.000 casas de la tercera edad, crear 17.000 plazas de asistencia de enfermería a domicilio (hasta alcanzar un total de 100.000 en 2007) y mejorar las camas con equipamiento sanitario en los centros para ancianos, entre otras previsiones.

Como la reforma ha de tramitarse como un proyecto de ley, el Lunes de Pentecostés de 2004 será todavía festivo. Con ello se salva uno de los aspectos más negativos de la reforma filtrada la semana pasada: el año próximo, tanto el 1 como el 8 de mayo (ambos no laborables en Francia) caerán en sábado, rematando así el efecto de quedarse también sin Lunes de Pentecostés, que caerá al final de mayo.

Archivado En