La rotura de una tubería inunda la estación de metro de Colombia

Las vías del tren de la línea 9 fueron cerradas durante cuatro horas

Una avería en una tubería de distribución de agua del Canal de Isabel II bajo la plaza del Perú provocó ayer una riada en la calle del Príncipe de Vergara y en la plaza de la República Dominicana. El agua corrió con presión y se filtró por las rejillas de ventilación de la estación de metro de Colombia y por un aparcamiento subterráneo. El servicio de trenes en la línea 9 fue interrumpido desde las 10.25 hasta las 14.48.

La avería se produjo a las 9.15 en un conducto de 400 milímetros de diámetro. En un primer momento, se cortó la línea de metro entre las estaciones de Plaza de Castilla...

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Una avería en una tubería de distribución de agua del Canal de Isabel II bajo la plaza del Perú provocó ayer una riada en la calle del Príncipe de Vergara y en la plaza de la República Dominicana. El agua corrió con presión y se filtró por las rejillas de ventilación de la estación de metro de Colombia y por un aparcamiento subterráneo. El servicio de trenes en la línea 9 fue interrumpido desde las 10.25 hasta las 14.48.

La avería se produjo a las 9.15 en un conducto de 400 milímetros de diámetro. En un primer momento, se cortó la línea de metro entre las estaciones de Plaza de Castilla y Avenida de América. Luego, el corte aumentó desde esta última estación hasta la de Príncipe de Vergara y, minutos después, el cierre afectó el tramo entre Duque de Pastrana y Príncipe de Vergara. La circulación se restableció poco antes de las tres de la tarde.

Fuentes de Emergencias Madrid indicaron que el agua acumulada en la estación de Colombia alcanzó un metro de altura. Las vías de la línea 8, que también pasan por esta parada suburbana, no resultaron afectadas, según un portavoz de Metro de Madrid. En la estación de Concha Espina, el agua también obstruyó las vías por donde transcurren los trenes, dijo un portavoz de Emergencias. Inicialmente, la empresa trató de solucionar el problema mediante un servicio de trenes lanzadera entre las estaciones de Cruz del Rayo y Avenida de América, pero posteriormente tuvo que ordenar la suspensión total del servicio en esa línea.

Una brigada del Canal de Isabel II llegó en 15 minutos hasta el lugar de la rotura, pero tardó una hora en impedir que el agua dejara de manar, puesto que tuvo que cerrar numerosas válvulas, tanto de la tubería averiada como de otra de 500 milímetros existente junto a ella. Según Rafael Molia, subdirector de distribución del Canal de Isabel II, la tubería rota tenía una antigüedad de 30 años y la avería fue "fortuita".

El suministro de agua en la zona norte de Príncipe de Vergara fue repuesto con normalidad a las tres de la tarde, según Molia. Durante la avería, el Canal de Isabel II facilitó bolsas de agua de seis contenedores para evitar un desabastecimiento entre la población de la zona.

Un portavoz de Emergencias señaló que tres dotaciones de bomberos también ayudaron a achicar el agua, que, además, se filtró en la segunda y la tercera plantas de un aparcamiento en la plaza de la República Dominicana. El tráfico por la zona fue regulado por la Policía Municipal.

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"Salía un chorro enorme, a borbotones, que fue a dar contra la puerta de nuestro negocio. Nos tocó sacar el agua a escobazo limpio", relató el empleado de una óptica.

Los trabajadores del Canal de Isabel II levantaron parte de la calzada para arreglar la cañería. La zona se transformó en un lugar colmado de piedras, barro y agua, y llamó la atención de un puñado de ciudadanos curiosos que se acercó para ver en directo el daño y, de paso, para observar el trabajo de la excavadora.

"Nadie nos ayudó a sacar el agua"

Jorge García fue, probablemente, el ciudadano más afectado ayer con la intempestiva rotura de una tubería de agua en la plaza del Perú. Él es el propietario de una óptica, situada al lado de donde ocurrió la avería, y ayer estaba visiblemente furioso. "No es posible que los operarios del Canal de Isabel II no nos hubieran ayudado a sacar el agua que se metió en el local. Llegaron varios trabajadores de la empresa, y nosotros esperábamos que algunos de ellos nos ayudaran. Sin embargo, no lo hicieron", dijo García, en tono molesto.

Según él, se trataba de una cuestión de "humanidad", debido a que el agua entró en tromba en su negocio y obligó a dos de sus trabajadores a impedir que el líquido afectara los muebles del local y los equipos especiales de la óptica. Ellos llegaron a abrir el local y, automáticamente, tuvieron que recurrir a la escoba y a los baldes. El agua alcanzó 30 centímetros de altura en la óptica, que tuvo cortada la electricidad durante dos horas, ante el temor a que hubiera un cortocircuito.

Un portavoz del Canal de Isabel II explicó que sus operarios están encargados, exclusivamente, de "reparar las averías y de enviar a funcionarios del seguro para evaluar daños", como sucedió ayer. "Enviamos el personal que consideramos necesario e indispensable para reparar la cañería", agregó la misma fuente.

García sentía temor. "En estos momentos, no sé si mis equipos pueden funcionar perfectamente. Son muy sensibles y esperemos que no se hayan dañado. Aquí he hecho una inversión de 36.000 euros".

El propietario discutió ayer durante varios minutos con una funcionaria del Canal de Isabel II, a quien le increpó la "poca disponibilidad de sus empleados". García dijo que su local abrirá de nuevo en dos o tres días, después de que quede subsanada por completo la situación.

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