Cáritas calcula que 7.000 ancianos "malviven"en el centro malagueño

La asociación benéfica Cáritas Diocesana de Málaga alertó ayer sobre el hecho de que unos 7.000 ancianos que viven en el centro histórico de la ciudad "tienen serios problemas para subsistir" y cifró en unas 86.000 las personas que en la capital tienen una renta inferior al 50% de la media nacional, lo que les sitúa por debajo del umbral de la pobreza. Cáritas advirtió de que en los centros de la asociación están aumentando las peticiones de ayuda a los inmigrantes, que representan ya el 30% de la demanda de asistencia. La necesidad de una vivienda y los impagos, le siguen en cuanto a las ayud...

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La asociación benéfica Cáritas Diocesana de Málaga alertó ayer sobre el hecho de que unos 7.000 ancianos que viven en el centro histórico de la ciudad "tienen serios problemas para subsistir" y cifró en unas 86.000 las personas que en la capital tienen una renta inferior al 50% de la media nacional, lo que les sitúa por debajo del umbral de la pobreza. Cáritas advirtió de que en los centros de la asociación están aumentando las peticiones de ayuda a los inmigrantes, que representan ya el 30% de la demanda de asistencia. La necesidad de una vivienda y los impagos, le siguen en cuanto a las ayudas que le reclaman.

El director de Cáritas en Málaga, Anselmo Ruiz, destacó una docena de barriadas en la capital afectadas por su alto nivel de marginalidad, entre las que se encuentran Palma-Palmilla, Los Palomares, García Grana y lo que denominó como centro histórico b, donde zonas como Mangas Verdes y Lagunillas concentran unas bolsas de pobreza muy altas entre personas ancianas.

Ruiz lamentó la falta de colaboración y coordinación entre las distintas administraciones y alertó sobre el nuevo perfil de pobre que la sociedad está creando: un joven, de entre 25 y 35 años, que tiene trabajo, pero no tiene contrato y que no pueda adquirir una vivienda, al quedar excluido del mercado por el alto coste de la oferta.

El delegado de la organización, Gabriel Leal, apuntó además que las altas tasas de fracaso escolar, la ausencia de valores de la sociedad, la precariedad laboral y el difícil acceso a la vivienda son factores que contribuyen a la aparición de un nuevo tipo de exclusión social que afecta además de a los jóvenes a las familias monoparentales.

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