Entrevista:JOSÉ MORATALLA | Ex alcalde de Granada

"Me han faltado al menos cuatro años"

José Moratalla (Granada, 1949) es ex alcalde de Granada desde mayo. Y desde ayer es neurocirujano del hospital Virgen de las Nieves de Granada. Tras reincoporarse a la medicina (reconoce que tiene que ponerse al día) hace balance de su gobierno. Explica que fue duro asumir la derrota electoral, para la que no estaba preparado. Aunque advierte de que no abandona la política, sí pasa a segundo plano.

Pregunta. ¿Deja la política?

Respuesta. No. Uno tiene dos pasiones: la medicina y la política. He intentado compaginarlas, pero no se pueden compatibilizar del todo. Prim...

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José Moratalla (Granada, 1949) es ex alcalde de Granada desde mayo. Y desde ayer es neurocirujano del hospital Virgen de las Nieves de Granada. Tras reincoporarse a la medicina (reconoce que tiene que ponerse al día) hace balance de su gobierno. Explica que fue duro asumir la derrota electoral, para la que no estaba preparado. Aunque advierte de que no abandona la política, sí pasa a segundo plano.

Pregunta. ¿Deja la política?

Respuesta. No. Uno tiene dos pasiones: la medicina y la política. He intentado compaginarlas, pero no se pueden compatibilizar del todo. Primero fui médico y en 1991 entré en la política municipal. Cuando en 1999 me eligen alcalde ya dije que volvería a la medicina. Y tras perder las elecciones, me parece un buen momento.

"Me he entregado hasta el límite y los granadinos no lo han considerado suficiente"

P. ¿Es una retirada de la oposición municipal?

R. Tampoco. Soy presidente del grupo socialista en la oposición. Y mi tiempo libre lo dedicaré al Ayuntamiento.

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P. ¿Se puede hacer oposición después de haber sido alcalde? ¿Es posible criticar a un alcalde por algo que uno no ha hecho?

R. Un ex alcalde no puede tener el protagonismo de la oposición. Durante cuatro años has tenido la máxima responsabilidad y es difícil criticar cuando te has ido.

P. ¿Se va a volver a presentar?

R. Es muy pronto para pensarlo, pero hoy no entra en mis cálculos personales. Pero tampoco entraba ser diputado ni ser candidato la primera vez.

P. Usted fue un alcalde querido, con una gestión valorada, ¿fue doloroso perder las elecciones?

R. Yo he entregado lo mejor que tengo. Y me he entregado hasta el límite que me ha impuesto mi salud. Mi entrega ha sido absoluta. No tengo mala conciencia. Habiendo hecho eso, los granadinos no han visto que sea suficiente. Y tengo que asumirlo aunque es duro. Desgraciadamente, la realidad no es como queremos que sea.

P. ¿Siente que le ha faltado tiempo?

R. Sin duda. Me han faltado cuatro años como mínimo. Ocho años es suficiente para un proyecto y luego se puede ver si es insuficiente. En nuestro proyecto estuvimos dos años sin PGOU, que es algo que ata mucho.

P. ¿Es muy duro dejar la política?

R. Hay que adaptarse y al principio cuesta un poco. Pero si no sacralizamos las situaciones, es lo normal dentro de una democracia. He vuelto a mi profesión y ha sido un día de mucha emoción, de reencontrarme en el hospital con los compañeros. Estaba como un chaval con zapatos nuevos.

P. ¿Tenía bata?

R. He tenido que coger una bata de una talla mucho mayor. He engordado por lo menos 10 kilos. No por las comidas de trabajo, sino por la falta de actividad física. En el hospital subo, bajo, me muevo más que en al Ayuntamiento.

P. ¿Ha seguido al día la medicina?

R. No, he seguido algunos temas puntuales, pero no tenía tiempo para estar verdaderamente al día. Mis dos hijos, que son médicos, me insistían para que estuviera al día. En el hospital estoy en un proceso de adaptación y de reciclaje. Haré las guardias con una persona y, si entro a quirófano, será para ayudar.

P. Su equipo electoral estaba pensado para gobernar, ¿cómo llevan la oposición?

R. Es cierto que el equipo estaba hecho para gobernar. Muchos han dejado responsabilidades muy importantes para gobernar, pero en política hay que tener flexibilidad. Gente que ha dejado el decanato de Ciencias Políticas, por ejemplo, se dedica de pleno a la oposición. No sólo al control sobre el equipo de Gobierno, sino también a la colaboración cuando haga falta.

P. ¿Por qué perdió las elecciones?

R. Por varias cosas: en nuestras zonas tradicionales nos relajamos y obtuvimos peor resultado del esperado. El PP sí barrió en las suyas. Además, a la campaña le faltó un punto.

P. ¿Un punto de qué?

R. Un punto de gancho y reconozco mi responsabilidad, que es la primera. Pero los datos son claros. El censo entre 1999 y 2003 ha disminuido en 15.650 personas. Es gente que no puede encontrar vivienda en Granada capital y se va al área metropolitana. Además hubo 7.813 votos a PSA, PA y Los Verdes, que no obtuvieron representación. IU tuvo 9.055 votos. El PSOE tuvo 43.444 votos. Todos ellos suman 60.312 frente a los 58.935 del PP. Hay que reconocer que en 1999 el partido más votado fue el PP.

P. De esa salida de población, se puede extraer que va a ser muy difícil que vuelva a gobernar el PSOE.

R. Creo que podrá volver a gobernar. Si el PP sigue cometiendo errores y nosotros hacemos una buena oposición, ¿por qué no va a invertirse la tendencia?.

P. ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción como alcalde?

R. Haber iniciado un reequilibrio entre los barrios. Pasear por la Calle Elvira y ver el cambio. Eso es una satisfacción evidente. Haber hecho un PGOU, que el anterior era de 1981. Además hay un momento para olvidar; la pérdida de Luis Portero [fiscal jefe del TSJA asesinado por ETA], que fue un mazazo directo al corazón.

P. ¿Qué siente cuando ve al alcalde inaugurar obras que inició usted?

R. Es ley democrática, porque cuatro años es muy poco tiempo. Pero creo que la gente es inteligente y sabe que en cuatro meses no da tiempo a diseñar, ejecutar e inaugurar una obra. Si el PP hace algo novedoso -todavía no hemos visto nada- seguro que se verá en la siguiente legislatura.

P. ¿Qué deja sin hacer?

R. Soterrar las vías de Renfe, que dividen la ciudad. Hacer una gran avenida sobre las vías del tren es mi asignatura pendiente. Le pedimos al Ministerio de Fomento la segunda circunvalación y el soterramiento de las vías. Ahora, con un Gobierno de su signo, parece que empiezan a caminar, y más vale tarde que nunca.

P. ¿Qué opina del actual alcalde, José Torres Hurtado?

R. Está inédito. Si nosotros teníamos un equipo para gobernar, el PP tenía uno concebido para hacer oposición y se han encontrado con una tarea y no les llega la camisa al cuello.

P. ¿Por qué ninguno de los últimos cuatro alcaldes ha repetido mandato?

R. La ciudad ha apostado por lo nuevo. Y la falta de continuidad ha hecho que la ciudad pierda mucho tiempo y mucha energía en discutir los grandes temas, lo que la ha retrasado de otras capitales andaluzas. El debate es estéril y, como decía Serrat, llegamos siempre tarde donde nunca pasa nada. Cuando los políticos llegamos, ya no hay nada, tenía que haber ocurrido mucho antes.

P. Usted gobernó con PA e IU, ¿funcionó bien el tripartito?

R. Hubo roces, pero como los hay en un grupo. Hubo que cambiar la manera de gobernar y estar siempre abierto al diálogo. Tuvo sus inconvenientes porque a veces hay temas que crees necesarios, se retrasan porque hay que pactarlos.

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