Pujol presenta a CiU como el único partido capaz de frenar al PP

Convergència i Unió (CiU) se erigió ayer, por boca de su presidente, Jordi Pujol, en la única formación política capaz de frenar el avance electoral del Partido Popular (PP) ante la incapacidad, dijo, de los socialistas, como han evidenciado los resultados de las elecciones autonómicas del domingo en Madrid. Los nacionalistas, anunció su candidato, Artur Mas, buscarán ahora los votos de los electores "desencantados" del PSOE.

CiU ha sacado sus particulares conclusiones sobre las elecciones del domingo a la Asamblea madrileña. Y lo hizo rememorando su eslogan de las generales de 1996, ...

Convergència i Unió (CiU) se erigió ayer, por boca de su presidente, Jordi Pujol, en la única formación política capaz de frenar el avance electoral del Partido Popular (PP) ante la incapacidad, dijo, de los socialistas, como han evidenciado los resultados de las elecciones autonómicas del domingo en Madrid. Los nacionalistas, anunció su candidato, Artur Mas, buscarán ahora los votos de los electores "desencantados" del PSOE.

CiU ha sacado sus particulares conclusiones sobre las elecciones del domingo a la Asamblea madrileña. Y lo hizo rememorando su eslogan de las generales de 1996, Plantarem cara, que dio paso a los pactos del Majestic y a la futura colaboración entre CiU y el PP.

La pérdida de dos diputados socialistas en beneficio del PP, que obtuvo la mayoría absoluta en Madrid, evidencia, según Jordi Pujol, que sólo Convergència i Unió es capaz de "poner freno a las embestidas" de los conservadores y a su "simétrico" modelo autonómico. Así se demuestra en Cataluña, añadió, donde el PP es el tercer grupo del Parlament y "pasará a ser el cuarto" tras los comicios del 16-N, auguró el presidente catalán amparándose en la mayoría de los sondeos.

Pujol aseguró que este peculiar panorama político catalán se da gracias a CiU, y no a Esquerra Republicana, "que distorsiona e imposibilita la repetición del mapa político español en Cataluña y rompe el uniformismo". "CiU mantiene la especificidad de Cataluña" respecto al resto de España "y sitúa al PP en una posición modesta", sentenció.

El presidente de la Generalitat contrapuso este potencial convergente con la "incapacidad" de los socialistas, a quienes echó en cara que en Madrid hayan "desperdiciado una victoria y salpicado el buen nombre de la democracia". De paso, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, aprovechó para buscar paralelismos entre el socialista Rafael Simancas y su homólogo Pasqual Maragall. "Claro que Maragall está decepcionado, porque el proyecto socialista ha quedado tocado", manifestó en rueda de prensa tras la reunión conjunta de las ejecutivas de Unió y Convergència.

Como el proyecto del PSOE "no acaba de cuajar ni de inspirar confianza ni credibilidad", opinó Artur Mas, durante esta campaña CiU irá en busca del voto catalán "desencantado" de los socialistas. El objetivo de Mas, según anunció, es confeccionar un "gobierno fuerte, nacionalista y cohesionado que no tenga que consultar a seis o siete antes de tomar una decisión". El candidato convergente se refería al totum revolutum que, a su juicio, supondría un gobierno entre socialistas, Esquerra e Iniciativa.

Al mediodía, en el acto de Tribuna Barcelona, Mas pidió a Pasqual Maragall que deje de culpar a CiU "de sus frustraciones políticas". Duran Lleida, que le presentó, se deshizo en elogios hacia el candidato, después de recordar la disputa política entre ellos en la carrera por suceder a Pujol.