La italiana 'Capo Nord' se erige por su calidad como un oasis en la competición de la Mostra

En el inconexo desierto que ofrece la sección oficial de esta Mostra, se vislumbró ayer un oasis de buen cine con la presentación de la italiana Capo Nord, de Carlo Luglio, una magnífica muestra de película social que evoca, salvando las distancias, al Rocco y sus hermanos viscontiano, y que narra el viaje iniciático de cuatro jóvenes napolitanos por la Europa del bienestar. Fuera de concurso, el festival acogió el preestreno de Planta cuarta, una aproximación al mundo de los jóvenes enfermos de cáncer dirigida por el veterano Antonio Mercero y basada en una historia real....

En el inconexo desierto que ofrece la sección oficial de esta Mostra, se vislumbró ayer un oasis de buen cine con la presentación de la italiana Capo Nord, de Carlo Luglio, una magnífica muestra de película social que evoca, salvando las distancias, al Rocco y sus hermanos viscontiano, y que narra el viaje iniciático de cuatro jóvenes napolitanos por la Europa del bienestar. Fuera de concurso, el festival acogió el preestreno de Planta cuarta, una aproximación al mundo de los jóvenes enfermos de cáncer dirigida por el veterano Antonio Mercero y basada en una historia real.

Sin concesiones al sentimentalismo ni resquicio a la compasión, Capo Nord nos enseña, con toda su crudeza, esa Europa de los desfavorecidos que nunca vemos en los telediarios y que, con un estilo simple y contundente, deviene terrorífica bajo la mirada de Luglio. Con la amargura como bandera, el joven realizador italiano ha hecho un filme que sobresale muy por encima del resto de las cintas a concurso en el festival, especialmente porque no parece una película de la Mostra, sino que está mucho más cerca, y no sólo por la edad de su director o por su temática, de las cintas que exhibe cada año Cinema Jove.

Capo Nord sería un filme destacable en cualquier certamen cinematográfico, y de hecho viene avalada por diversos premios en los festivales de Roma, Brooklyn y Los Angeles. En comparación con sus competidoras en la Mostra parece una obra maestra. Porque la otra cinta que entró en competición ayer, la serbia Zone, de Zdravko Sotra, es un indigesto folletón más, con reminiscencias del teatro barroco, tan lleno de buenas intenciones como de estrepitosos resultados.

Lejos de los contrastes de la competición, la Mostra ofreció el preestreno de Planta cuarta, una mirada a los enfermos de cáncer en edad adolescente, dirigida por Antonio Mercero y basada en la historia real de Albert Espinosa, coautor del guión. El propio Espinosa y los actores Juan José Ballesta, Luis Angel Priego y Gorka Moreno acompañaron a Mercero en la presentación de un filme del que su director destacó "el humor que hace que te puedas reír de situaciones trágicas porque también para los personajes de la historia es una forma de sobrevivir al dolor".