Un hombre estrangula en Alicante a su madre con una cadena y trata de suicidarse inhalando gas

Una mujer de 68 años falleció ayer estrangulada a manos de su hijo, Gabriel M. G., de 37, en el piso donde residían, en Alicante. Tras acabar con la vida de su madre, María G. P., el supuesto parricida trató de suicidarse mediante la inhalación de gas, según informó ayer la Comisaría. Un vecino entró en la casa y descubrió el cuerpo sin vida de la mujer.

El agresor, que estaba en tratamiento psiquiátrico tras varios intentos de suicidio, ingresó ayer en la unidad de Psiquiatría del Hospital de San Juan, desde donde pasará a disposición judicial. Los hechos se registraron durante la madr...

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Una mujer de 68 años falleció ayer estrangulada a manos de su hijo, Gabriel M. G., de 37, en el piso donde residían, en Alicante. Tras acabar con la vida de su madre, María G. P., el supuesto parricida trató de suicidarse mediante la inhalación de gas, según informó ayer la Comisaría. Un vecino entró en la casa y descubrió el cuerpo sin vida de la mujer.

El agresor, que estaba en tratamiento psiquiátrico tras varios intentos de suicidio, ingresó ayer en la unidad de Psiquiatría del Hospital de San Juan, desde donde pasará a disposición judicial. Los hechos se registraron durante la madrugada del jueves, en el segundo piso del número 14 de la calle Escoto, en el barrio alicantino de Los Ángeles. Según declaraciones de los vecinos, el hijo convivía con su madre desde unos meses atrás, tras su ruptura matrimonial.

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Una vecina del inmueble apuntó que la víctima le reveló en una ocasión que su hijo estaba bajo tratamiento psiquiátrico a causa de una fuerte depresión motivada, al parecer, por su separación matrimonial.

Consumada la agresión, el supuesto homicida intentó suicidarse. El agresor abrió la llave del butano y seccionó la goma de la bombona. Sin embargo, un vecino abortó su propósito. Éste penetró en la casa de la víctima a través de una ventana de un patio interior y cerró la bombona de butano.

Una vez dentro, halló al supuesto parricida semi inconsciente, recostado en un sillón y aparentemente dormido. La mujer, ya cadáver, estaba cubierta con una sábana blanca y su cuello estaba rodeado con la cadena de una persiana. Carmen García, vecina de la primera planta, relató a Efe que golpeó la puerta de la vivienda de la fallecida al percibir un fuerte olor a gas. Sin embargo, según la vecina, al observar que nadie abría la vivienda decidió alertar al hombre que descubrió el cadáver. Una residente del inmueble donde se registró el supuesto parricidio expresó su "extrañeza" por el crimen ya que, según ella, el hijo "adoraba" a su madre.

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