Inmigrantes en Huelva
El acuerdo alcanzado por los miembros de la comisión la Comisión Provincial de Ordenación de las Migraciones de Huelva para la contratación de 19.000 inmigrantes en la próxima campaña de recogida de la fresa, sólo beneficia a los empresarios, que tendrán para ellos y a su entera disposición un "ejército" de 19.000 personas que manejarán a su libre antojo.
Desde luego, vigilancia policial no faltará. Así lo ha hecho saber el subdelegado del Gobierno. Se empieza, desde estos momentos, a presentar como un peligro para la seguridad ciudadana la llegada de estas personas, en vez de facilitar...
El acuerdo alcanzado por los miembros de la comisión la Comisión Provincial de Ordenación de las Migraciones de Huelva para la contratación de 19.000 inmigrantes en la próxima campaña de recogida de la fresa, sólo beneficia a los empresarios, que tendrán para ellos y a su entera disposición un "ejército" de 19.000 personas que manejarán a su libre antojo.
Desde luego, vigilancia policial no faltará. Así lo ha hecho saber el subdelegado del Gobierno. Se empieza, desde estos momentos, a presentar como un peligro para la seguridad ciudadana la llegada de estas personas, en vez de facilitarles la convivencia mientras estén con nosotros. Todo preparado y a la medida de una patronal fresera que quiere tener todo bien atado para que sus beneficios no decrezcan.
La Junta y el Gobierno de la nación deberían tener otras preocupaciones y dejarse de hacer componendas con los empresarios. Bastante tienen ya con los apoyos de unas centrales sindicales que como CC OO y UGT van diciendo amén a todo lo que las empresas freseras les piden.
La Inspección Provincial de Trabajo debería montar un dispositivo especial para vigilar a estos 19.000 inmigrantes y garantizar que sus derechos sean respetados.
Los contratos de trabajo tienen que cumplirse en todos sus extremos. Si los inmigrantes polacos contratados en origen tienen una cláusula de duración laboral temporal de tres meses, el empresario deberá cumplirlo. Conseguir una vivienda para 19.000 personas no es nada fácil. Conociendo la tacañería de la patronal, no creo que faciliten vivienda digna.
Los abusos en los tajos hay que erradicarlos. La patronal sabe que serán cuadrillas de gentes asustadas. Saben que no les serán "conflictivas", que acatarán sin apenas rechistar sus órdenes, que no reclamarán derechos, que les será muy cómodo convencerlos para que hagan horas extras que no se pagarán al precio que marca el Convenio Provincial del Campo, que les obligarán a recoger el número de cajas de fresas que ellos impongan, que trabajarán domingos y festivos por igual salario, que no protestarán si el agua no llega a su vivienda...