Siete muertos en un atentado contra un hotel de Bagdad

Miembros del Gobierno provisional y agentes de la CIA viven en el edificio

Un atentado suicida con coche bomba sembró el terror ayer en un céntrico hotel de Bagdad ocupado por miembros del Consejo de Gobierno Provisional iraquí, funcionarios de la coalición y agentes de la CIA. La explosión, registrada ante un edificio custodiado por policías, causó siete muertes, incluida la del terrorista, y dejó heridas a 45 personas, todas ellas de nacionalidad iraquí. El nuevo ataque viene a complicar los esfuerzos de George W. Bush para cambiar la imagen de la posguerra en Irak.

Los bloques de cemento que rodean al hotel Bagdad, situado en la céntrica calle Al Sadún de B...

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Un atentado suicida con coche bomba sembró el terror ayer en un céntrico hotel de Bagdad ocupado por miembros del Consejo de Gobierno Provisional iraquí, funcionarios de la coalición y agentes de la CIA. La explosión, registrada ante un edificio custodiado por policías, causó siete muertes, incluida la del terrorista, y dejó heridas a 45 personas, todas ellas de nacionalidad iraquí. El nuevo ataque viene a complicar los esfuerzos de George W. Bush para cambiar la imagen de la posguerra en Irak.

Los bloques de cemento que rodean al hotel Bagdad, situado en la céntrica calle Al Sadún de Bagdad, no impidieron que un BMW que circulaba en dirección contraria estallara cerca de la entrada del edificio en torno a las 12.45 de ayer (una hora menos en la España peninsular).

El hotel está ocupado por agentes de la CIA -aunque los responsables estadounidenses niegan que sea su sede en Irak-, por funcionarios de la coalición anglo-norteamericana y por miembros del Consejo de Gobierno Provisional iraquí. Desde el asesinato, el pasado septiembre, de Aquila al Hashimi, una de las tres mujeres del Consejo, las autoridades de EE UU han fijado la residencia de sus miembros en varios hoteles para poder garantizar su seguridad.

El atentado de ayer contiene un claro mensaje de la resistencia iraquí: nadie puede estar seguro ya en Irak y no importa qué medidas de protección se puedan adoptar. Portavoces militares de EE UU aseguraron poco después de la explosión que era obra de miembros del antiguo régimen de Sadam Husein o de Al Qaeda, a pesar de que no parecían contar con pruebas.

El ataque no puede llegar en peor momento para el presidente Bush, con unos sondeos que cuestionan su capacidad para dirigir la política exterior de EE UU y con críticas a la división en su Administración.

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