Dos nuevas detenciones en relación con la muerte del hincha del Depor

La policía efectuó los arrestos durante la madrugada y la mañana de ayer, en A Coruña

La policía detuvo ayer en A Coruña a otros dos jóvenes por su presunta participación en la muerte del hincha del Deportivo Manuel Ríos Suárez, fallecido el pasado martes al término del partido de Copa entre el Compostela y el Deportivo. Los dos jóvenes, uno arrestado de madrugada y otro durante la mañana, son sospechosos de formar parte del grupo en el que también figuraba Gabriel Rodríguez Pérez, Gabi, que ayer ingresó en prisión acusado de propinar la patada en el hígado que acabó con la vida de Manuel Ríos, seguidor de su mismo equipo.

Rodríguez Pérez ingresó ayer al mediodía ...

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La policía detuvo ayer en A Coruña a otros dos jóvenes por su presunta participación en la muerte del hincha del Deportivo Manuel Ríos Suárez, fallecido el pasado martes al término del partido de Copa entre el Compostela y el Deportivo. Los dos jóvenes, uno arrestado de madrugada y otro durante la mañana, son sospechosos de formar parte del grupo en el que también figuraba Gabriel Rodríguez Pérez, Gabi, que ayer ingresó en prisión acusado de propinar la patada en el hígado que acabó con la vida de Manuel Ríos, seguidor de su mismo equipo.

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Rodríguez Pérez ingresó ayer al mediodía en la prisión de Teixeiro (A Coruña) después de presentarse él mismo el día anterior en el juzgado de Santiago que instruye las diligencias del caso. En sus declaraciones al juez, no confesó ser el autor material de la patada que acabó con la vida de Ríos y resaltó que en el momento de los hechos estaba acompañado de otros hinchas. Según las investigaciones realizadas hasta ahora, la policía cree que eran siete los jóvenes que formaban parte de ese grupo que estaba agrediendo a un menor, hincha del Compostela, y que reaccionó violentamente contra Ríos cuando éste les recriminó su actitud. De momento, las fuerzas de seguridad han localizado a cuatro. Además de Gabi, cabecilla del grupo radical Los Suaves, el jueves fue detenido y puesto en libertad, tras declarar ante el juez, A. P. D., de 27 años. Los dos detenidos ayer, conocidos como Lilas y Cuervo, continuaban al cierre de esta edición en dependencias de la Policía Nacional. Fuentes de la investigación conjeturan que el seguidor fallecido pudo recibir más golpes aparte del que le ocasionó la muerte, ya que el cadáver presentaba varias contusiones en piernas y otras partes del cuerpo.

A Gabriel Rodríguez Pérez, de 29 años, separado y padre de un niño de ocho años, la información policial le atribuye la profesión de estudiante. Tuvo trabajos esporádicos, como montador de escenarios en alguna gira del grupo heavy gallego Los Suaves, razón por la que denominó así a la facción de forofos que lideraba. Nació y creció en la calle Palomar, en el barrio coruñés de Santa Margarita, donde residió con sus padres hasta hace muy poco. Pese al traslado seguía haciendo vida en esa calle, una zona antes popular y ahora de clase media, donde no tenía fama de violento. "De violencia, nada, es un tipo tranquilo, no me explico lo que pasó, se le fue la mano", aseguraba ayer un amigo suyo, también integrante de Los Suaves, a Localia. Otros amigos no se mostraban tan contemporizadores. Algunos periodistas fueron increpados por vecinos y, sobre todo, por jóvenes. "Eso es un tema nuestro", les espetaban. La policía teme que amigos del fallecido Ríos anden a la busca del grupo de Gabriel Rodríguez para ajustar cuentas.

Independientemente del carácter de Gabi, lo cierto es que su grupo era todo lo contrario de lo que sugiere su nombre. Fue un miembro fundador de los Riazor Blues y hace años incluso participó en actos públicos de homenaje a algunos jugadores. Pero sus actitudes al frente de la facción Los Suaves le fueron separando del grupo original, del que se escindió en la temporada 2000-2001. Desde entonces, ambas peñas viajaban en autobuses separados y la tensión entre ambas había provocado varios roces en la grada de general, la que ocupa la hinchada juvenil, donde se temía a las actitudes del grupo en el que Gabi actuaba como una especie de guía espiritual. "Los Suaves pueden ser 20 ó 30, casi todos de un par de barrios, pero a la hora de montar jarana o ir de viaje siempre se apuntaban el doble, les importara el fútbol o no", asegura un dirigente peñista del Deportivo.

Mientras, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, anunció ayer que reunirá la próxima semana a representantes de los principales clubes gallegos para abordar el problema de la violencia. "Nosotros no podemos tomar más medidas", apuntó el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro. "No podemos recortar derechos de las personas. Hasta la UEFA ha dicho que Riazor es uno de los estadios más seguros del mundo", sentenció.

Gabriel Rodríguez, en 1996, tras entregarle a Bebeto una placa en Riazor.IMAGEN REPRODUCIDA DE ANTENA 3 TELEVISIÓN

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