Los actores también van a la escuela

Miguel Ángel López estuvo seis meses representando La Gaviota de Chejov en un teatro madrileño. Pero ahora vive un pequeño parón en su carrera y ha aprovechado para reciclarse en Granada, donde se ha encontrado con un profesor de lujo, José Luis Borau.

El laboratorio donde experimenta Miguel Ángel, Jesús y Anahita Gohari, entre otros, se llama Escénica, el centro de Estudios Escénicos de Andalucía, donde, como explican sus responsables, los asistentes "descubren caminos no sospechados en su trabajo como actor". Escénica no es un centro de estudios al uso. Con sede en Granada y Se...

Miguel Ángel López estuvo seis meses representando La Gaviota de Chejov en un teatro madrileño. Pero ahora vive un pequeño parón en su carrera y ha aprovechado para reciclarse en Granada, donde se ha encontrado con un profesor de lujo, José Luis Borau.

El laboratorio donde experimenta Miguel Ángel, Jesús y Anahita Gohari, entre otros, se llama Escénica, el centro de Estudios Escénicos de Andalucía, donde, como explican sus responsables, los asistentes "descubren caminos no sospechados en su trabajo como actor". Escénica no es un centro de estudios al uso. Con sede en Granada y Sevilla, el centro es "un servicio público", como explica Juan Ortuño, coordinador de la sede granadina, " y un centro de perfeccionamiento y reciclaje para profesionales".

"Lo interesante es que no damos clases al uso; se trata de encuentros con profesionales muy experimentados, de talleres y de cursos monográficos", comenta Miguel Ángel López. La sesión de ayer por la tarde estuvo dedicada a practicar la escena 90 de Un tranvía llamado deseo tras una semana de curso sobre "interpretación ante la cámara". "Tienen una formación eminentemente teatral, un lenguaje que es completamente diferente al cinematográfico. Pero están ávidos de conocimiento, así que estamos sacando mucho jugo", comenta Borau de sus alumnos.

Anne Térèse Petitbouulanger, de 26 años, nacida en Normandía (Francia) y residente en París, opina que las clases "están cumpliendo sus expectativas". Anne Térèse acaba de terminar su carrera de actriz en Francia y tenía unos amigos en Granada que le contaron lo de Escénica. A pesar de su procedencia francesa, Anne Térèse habla español perfectamente y se ha marcado un reto: "Quiero llegar a hacer teatro en español". Entre lo mejor que ha encontrado en estos cursos (que se pueden realizar por trimestres o todo el curso) está también la idea de encontrarse "a gente muy profesional y que, por tanto, sabe de lo que está hablando desde el punto de vista práctico".

Además de José Luis Borau, los cursos de Escénica en Granada, este trimestre, contarán con José Carlos Plaza, director teatral y de Escénica; Miguel Narros, director de teatro; Fernando Sansegundo, actor y director teatral y Lidia García, que impartirá un curso de entrenamiento corporal para la voz.

Anahita Gohari es otra parisina, de 21 años, que asiste a estas clases. No llegó al centro con Anne Térèse. Llegó porque quiere instalarse por la ciudad. "A algunos profesores les falta tiempo para desarrollar todo lo que podrían enseñarnos", opina. Llegó a Granada hace un año, más o menos, y ya ha montado su propio grupo teatral, La Clè Teatro. Además, también ha tenido tiempo para ganar algún premio con sus compañeros de escena.

Luego, como en todas las profesiones, también están quienes se equivocaron de camino y han sabido rectificar a tiempo. Jesús González es un granadino que a mitad de sus estudios de Farmacia descubrió su vocación: nada de pastillas, lo suyo era la escena. Aún así, compatibilizó sus estudios farmacéuticos con los de interpretación y ya ha tenido algún papelito en películas como Juana de Arco en la hoguera y es miembro de la compañía teatral Elixir. Los actores, aunque sean farmacéuticos, también van a la escuela.