MERCADOS

Fuertes correcciones

El petróleo y las divisas hacen caer las bolsas más de un 4%

Cuando parecía que las bolsas iniciaban una recuperación, ha llegado una lectura negativa de las conclusiones del G-7 que afectó primero a las divisas y después a la renta variable, que sufría el lunes el mayor varapalo en tres meses. Ha sido uno de los peores ciclos del año, con una caída del 4% en el Ibex.

Suele ocurrir que cuando más se baja la guardia en el seguimiento de las bolsas y más confianza existe en el ánimo de los inversores, llegan por sorpresa los mayores castigos en las cotizaciones. Algo así ha sucedido con la última semana completa del mes de septiembre, pues la anter...

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Cuando parecía que las bolsas iniciaban una recuperación, ha llegado una lectura negativa de las conclusiones del G-7 que afectó primero a las divisas y después a la renta variable, que sufría el lunes el mayor varapalo en tres meses. Ha sido uno de los peores ciclos del año, con una caída del 4% en el Ibex.

Suele ocurrir que cuando más se baja la guardia en el seguimiento de las bolsas y más confianza existe en el ánimo de los inversores, llegan por sorpresa los mayores castigos en las cotizaciones. Algo así ha sucedido con la última semana completa del mes de septiembre, pues la anterior cerraba con los mejores augurios de recuperación al calor de los máximos cosechados por la Bolsa de Nueva York y su demostrada influencia en Europa. Pero la decisión del G-7, de considerar necesarias sobrevalorar las monedas asiáticas y la advertencia de los elevados déficit públicos alteró todos los mercados en negativo, hasta el punto de cerrar el Ibex con una pérdida del 2%, la mayor de los últimos tres meses, y ceder el nivel de los 7.000 que se mantenía desde mediados de agosto.

El resto de jornadas hasta el viernes fue un goteo continuo de las cotizaciones debido a la confusión instalada en los mercados, tanto por la alteración del los mercados de divisas como por la decisión de la OPEP de rebajar la producción, con la consiguiente subida del precio del petróleo y su repercusión en los costes de producción de las compañías. Por si los factores negativos exteriores no eran suficientes, el jueves aportaba su cuota de influencia en el deterioro del Ibex 35 las acciones de Telefónica, que acogían el anuncio de reestructuración del consejo de administración con una pérdida del 1,7%.

Los analistas se encuentran divididos sobre las consecuencias en el valor de la medida en la cúpula de Telefónica, pero lo cierto es que los cambios suelen generar incertidumbre, como así lo ha reflejado la cotización de la operadora, que terminó la semana en 10,32 euros, su nivel más bajo en el último mes y medio. El balance semanal del Ibex, con la caída del 4,1% supone el peor ciclo de los últimos seis meses, mientras que el índice general de Madrid cedió un 3,68%.

La sesión de cierre demostró que los ánimos han quedado tocados desde las fuertes caídas del lunes, ya que se esperaba una corrección al alza tras los últimos varapalos, pero rápidamente se pudo ver que el mercado no ofrece solidez en el lado de las compras. Ni el dato del producto interior bruto del segundo trimestre norteamericano que crecía un 3,3%, dos décimas más que la última revisión, servía para dar ánimos a la renta variable, aunque el otro dato del día, el índice de confianza de la Universidad de Michigan de septiembre quedaba por debajo de las previsiones. Para muchos especialistas el mercado se encuentra en el soporte de los 6.800 puntos, nivel que parece ofrecer cierta fiabilidad.

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