Ganadores y triunfadores
"Que no, que yo ya he dicho hace tiempo que esta Vuelta la gana Heras", decía en el autobús David, el mecánico. "No, hombre, que el Guri [Nozal] tiene un colchón muy amplio, y aunque pierda tiempo, no va a perder la Vuelta", decía Manuel, el médico, mientras yo asentía dándole la razón. "Pues yo, qué queréis que os diga", decía Chopy el masajista; "a mí la cara de Nozal de esta mañana me ha recordado a la que tenía Rominger en aquella contrarreloj de Galicia en la que casi perdió una Vuelta; me da mucha pena por él, pero yo creo que Roberto le va a meter 2.22". "¡Dónde vas, loco!", le d...
"Que no, que yo ya he dicho hace tiempo que esta Vuelta la gana Heras", decía en el autobús David, el mecánico. "No, hombre, que el Guri [Nozal] tiene un colchón muy amplio, y aunque pierda tiempo, no va a perder la Vuelta", decía Manuel, el médico, mientras yo asentía dándole la razón. "Pues yo, qué queréis que os diga", decía Chopy el masajista; "a mí la cara de Nozal de esta mañana me ha recordado a la que tenía Rominger en aquella contrarreloj de Galicia en la que casi perdió una Vuelta; me da mucha pena por él, pero yo creo que Roberto le va a meter 2.22". "¡Dónde vas, loco!", le dije yo; "eso es imposible, que la subida es muy corta y el Guri sabe sufrir como nadie".
La conversación tenía lugar en el autobús del equipo camino del hotel. Habíamos terminado nuestra prueba y nos dirigíamos a descansar. El vehículo, dotado de un montón de comodidades, duchas incluidas, irónicamente carecía de radio, así que recibíamos toda la información de lo que ocurría por medio de dos teléfonos móviles.
Mientras circulábamos por la M40, Nozal y Heras se dejaban hasta el último gramo de sus fuerzas en la traicionera subida a Abantos. Alguien dijo que en el primer tiempo intermedio la diferencia entre ellos era de 35 segundos a favor del bejarano. Nos quedamos pensando un rato. Bueno, el Guri va regulando, tiene ventaja y puede jugar administrándola, pensé. La ventaja ha aumentado a 55 segundos. Bueno, aún le queda un minuto de margen. Ahora es ya de 1.20. Silencio. Ahora 1.35. Ahora 1.54...55...56... Silencio sepulcral. Cruce de miradas. ¡Ha perdido la vuelta! No podíamos creerlo. A ver, ahora llega a meta, ¡2.23!.
Hubo reacciones de todo tipo. Que si Roberto ha sido el más fuerte, que si bastante ha hecho Nozal con llegar hasta aquí, que si le ha podido la presión....
Me da igual todo lo que se diga, pensé yo; el ganador será Roberto, pero el verdadero triunfador de esta vuelta ha sido el Guri, y hoy se merece la mayor ovación de su vida cuando baje a cenar. Y a fe que se la va a llevar.
Pedro Horrillo corre la Vuelta con el Quick Step.