Esquerra propone en Cataluña un Gobierno de unidad sin el PP

El secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod Rovira, volvió ayer a lanzar su oferta de un Gobierno de "concentración" en Cataluña tras las elecciones del 16 de noviembre que incluya a todas las formaciones políticas excepto al Partido Popular. Carod entiende que sólo así se podría hacer frente a la "hostilidad" y a la "política regresiva" de carácter autonómico del PP. Los restantes partidos rechazaron de plano la propuesta.

"No nos quedará más remedio [tras las elecciones] que gobernar juntos para defender el mínimo que nos une", sostiene el secretario general...

El secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod Rovira, volvió ayer a lanzar su oferta de un Gobierno de "concentración" en Cataluña tras las elecciones del 16 de noviembre que incluya a todas las formaciones políticas excepto al Partido Popular. Carod entiende que sólo así se podría hacer frente a la "hostilidad" y a la "política regresiva" de carácter autonómico del PP. Los restantes partidos rechazaron de plano la propuesta.

"No nos quedará más remedio [tras las elecciones] que gobernar juntos para defender el mínimo que nos une", sostiene el secretario general de ERC en una carta remitida a los dirigentes del resto de partidos del arco parlamentario, excepto el PP. La misiva también ha sido enviada a los presidentes de la Generalitat y del Parlamento.

Carod entiende que el PP está llevando a cabo una "ofensiva" en contra del autogobierno de Cataluña y de sus intereses económicos y de bienestar a la que hay que combatir mediante un "pacto nacional pluripartidista" que busque acuerdos transversales. El dirigente republicano apeló a sus contrincantes a la presidencia de la Generalitat a "dejar a un lado las siglas respectivas" y las "batallas partidistas entre administraciones" y evitar "consecuencias graves que retrasen" la modernización de infraestructuras, una política catalana de inmigración, la defensa de la lengua catalana o un refuerzo de las políticas sociales.

"La defensa del autogobierno y de las libertades", concluye en la carta, "exigirá una respuesta institucional clara e inequívoca en forma de gobierno de concentración nacional, con la participación de todos los partidos catalanes de tradición democrática e historia antifranquista". El líder republicano defiende que esta respuesta unánime a la ofensiva antiautonomista del PP provenga tanto del Parlamento catalán como del Congreso de los Diputados.

En una entrevista en la emisora pública Catalunya Ràdio, Carod Rovira insistió en sus posiciones de carácter independentista: "Yo no quiero un Estatuto para Cataluña, quiero un Estado para Cataluña, porque con España no hay nada que hacer. España no nos quiere tal como somos. Estamos perdiendo demasiado tiempo y dinero en una situación contraria a nuestro intereses".

La oferta lanzada por el dirigente republicano fue rechazada de inmediato por el resto de formaciones políticas, la mayoría de las cuales la calificó de "treta" electoral ante los resultados de las encuestas que pronostican que ERC será determinante para la formación del futuro Gobierno de Cataluña.

Tanto Convergència i Unió como el Partit dels Socialistes reclamaron a Carod que defina de una vez por todas sus alianzas parlamentarias para la mañana siguiente de las autonómicas. Es decir, si apoyará un Gobierno de carácter nacionalista con Artur Mas o uno de izquierdas y progresista con Pasqual Maragall a la cabeza. "Carod Rovira no se quiere mojar", coincidieron en afirmar nacionalistas y socialistas. Y Pasqual Maragall remachó: "Sólo se definirá cuando las elecciones pongan a cada uno en su lugar". "No se trata de gobiernos de concentración, sino de reforzar y garantizar un auténtico Gobierno nacionalista", replicó el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida.

El candidato de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, acusó a Carod de hacerle el "juego" a CiU con esta oferta. Y el PP acusó a los dirigentes independentistas de sufrir "fiebre demoscópica", pues todos los sondeos auguran que Esquerra duplicará el número de parlamentarios.