Dos medallas para Paquillo en una semana

Dos medallas en una semana. La cosecha de estos últimos siete días ha sido francamente buena para el marchador granadino Francisco Fernández Peláez, Paquillo. El primero de sus trofeos lo conquistó el sábado pasado cuando, alrededor de las diez de la mañana, se convirtió en el subcampeón del mundo de 20 kilómetros marcha, en el campeonato de atletismo que aún hoy se sigue celebrando en París. Ayer, en Guadix, su pueblo, Paquillo consiguió otro premio bien merecido, la medalla de su ciudad. Su localidad natal y de residencia le concedió ese honor como reconocimiento a "todos sus méritos,...

Dos medallas en una semana. La cosecha de estos últimos siete días ha sido francamente buena para el marchador granadino Francisco Fernández Peláez, Paquillo. El primero de sus trofeos lo conquistó el sábado pasado cuando, alrededor de las diez de la mañana, se convirtió en el subcampeón del mundo de 20 kilómetros marcha, en el campeonato de atletismo que aún hoy se sigue celebrando en París. Ayer, en Guadix, su pueblo, Paquillo consiguió otro premio bien merecido, la medalla de su ciudad. Su localidad natal y de residencia le concedió ese honor como reconocimiento a "todos sus méritos, por su calidad humana y por su espíritu de sacrificio". "La ciudad le ha hecho todo tipo de homenajes; ya no nos quedaba otra que darle la medalla",

aseguró un político local. Paquillo estaba ayer encantado de la vida.

A las once y media de la mañana, el pleno municipal se reunió en un pleno extraordinario y urgente para aprobar por unanimidad la concesión de la medalla. Fue un acto íntimo, con los concejales, Paquillo y algunos familiares y amigos cercanos. La intimidad, no obstante, acabó con un largo aplauso y con el atleta saludando brazo en alto, como si hubiera ganado su mejor carrera. "Me han dado muchos premios en mi vida, pero estoy especialmente orgulloso y contento por este premio, porque supone la valoración de un trabajo y un esfuerzo que yo hago cada día en silencio", comentó Paquillo.

Los padres del atleta, Adoración y José, no pararon de recibir felicitaciones. "El niño está corriendo desde que lo tenía en la barriga, ya entonces no paraba de moverse. Después, de pequeño, no había quien lo tuviera quieto", aseguró la madre. Paquillo nació hace 26 años y es el menor de cuatro hermanos.

Tras la votación y los aplausos, el grupo salió al balcón del edificio municipal. Allí fue el delirio. Abajo, en la plaza, varios centenares de accitanos aplaudieron y vitorearon a su atleta, a quien la mayoría ha visto alguna vez correr y entrenarse en el pueblo y en los alrededores. El alcalde, Antonio Fornielles, colgó en el pecho de Paquillo la medalla de la ciudad. A partir de ahí, tras la entrega también de un obsequio a Manolo Alcalde, entrenador del marchador, llegó el jolgorio. En Guadix comenzaba la semana de fiestas y, poco después de recibir la medalla y desde el mismo balcón, el propio Paquillo se encargaba de prender el chupinazo que abría oficialmente la juerga.

El entrenador de Paquillo recordaba con nostalgia, entre saludos de unos y otros, el comienzo del marchador. Manuel Alcalde nació en una pedanía a tres kilómetros de Guadix, en Paulenca. Alcalde se marchó a Barcelona donde se convirtió en marchador de alta competición. Pasaba temporadas en su pueblo y, claro, no tenía más remedio que entrenar. De esto hace ya casi 15 años. "Los entrenamientos de la tarde, los más suaves, los hacía en un descampado en Guadix. Algunos chiquillos me veían y se venían conmigo. Unos niños trajeron un día a Paquillo. Desde el primer día mostró sus principales cualidades: la constancia y la técnica", dice Alcalde, quien recordó también cómo, muchas veces, era el propio Paquillo quien recorría los tres kilómetros que separaban sus viviendas en busca del entrenador, ansioso por comenzar el entrenamiento. No se han separado desde entonces y parece que la relación va para largo. Se ve que se llevan bien los dos. Mientras se hacen las fotografías de grupo, Paquillo abraza y pellizca el moflete de Alcalde.

Más que emocionado, a Paquillo se le notaba ayer contento y encantado de la vida; y cansado, a juzgar por los bostezos que daba. Todos querían saludarle y darle la enhorabuena. En las palabras de agradecimiento a la ciudad, el atleta dedicó el subcampeonato del mundo a los accitanos y prometió más gloria para ellos: "El año que viene por estas fechas se celebra una olimpiada; como el año pasado [cuando se proclamó campeón de Europa] y como éste, el próximo año prometo luchar por una medalla para traerla aquí y dedicárosla". Fue el delirio.

Pero mientras llega la temporada próxima, ésta toca a su fin. Con dos actuaciones más en Andújar (Jaén) y Guadix -"sobre todo para dar espectáculo", reconoce el propio marchador-, Paquillo tiene poco más que prepararse hasta que llegue octubre. Por eso, ha decidido que su próximo objetivo sea la feria de Guadix: "La temporada está ya casi acabada, sólo me quedan dos carreras de exhibición y, además, tengo muchas molestias físicas tras la carrera de París, así que voy a disfrutar de la feria todo lo que pueda", sentenció Paquillo.

Para una de estas carreras, la que tendrá lugar en su ciudad, Paquillo ha demostrado su categoría y su generosidad. Ha invitado al único que fue capaz de batirle en París, al ecuatoriano Jefferson Pérez. Un gesto que, sin duda, no todos los deportistas serían capaces de tener con sus rivales.