La inteligente seducción de Harrison Ford

No le gusta la política exterior de Estados Unidos en Oriente Próximo, dice que la intervención en Irak no es el modo de solucionar los problemas y que es necesario modificar la legislación en su país con respecto a la posesión de armas para tratar de evitar el gran número de homicidios que se registran a diario en Estados Unidos. Harrison Ford dijo todo esto ayer en Madrid, confesó de paso que no le gusta que se entrometan en su vida privada y demostró que no le importa hablar de política, que es capaz de derrochar simpatía, coquetear con la mirada y fruncir el ceño dejando al descubierto las...

No le gusta la política exterior de Estados Unidos en Oriente Próximo, dice que la intervención en Irak no es el modo de solucionar los problemas y que es necesario modificar la legislación en su país con respecto a la posesión de armas para tratar de evitar el gran número de homicidios que se registran a diario en Estados Unidos. Harrison Ford dijo todo esto ayer en Madrid, confesó de paso que no le gusta que se entrometan en su vida privada y demostró que no le importa hablar de política, que es capaz de derrochar simpatía, coquetear con la mirada y fruncir el ceño dejando al descubierto las arrugas de su frente cuando considera que lo que está diciendo es algo serio.

Ford, de 61 años, presentó su última película, Hollywood: Departamento de Homicidios, una entretenida comedia que se estrenará en España el próximo 24 de octubre y en la que desvela su faceta más cómica. Ford interpreta al veterano detective Joe Gavilan, un desencantado y tenaz policía que se encuentra en la cima de su carrera profesional, a pesar de que su vida personal se está desmoronando. Su socio, K. C. Calden (el joven Josh Hartnett), parece más interesado en sus trabajos como instructor de yoga de bellas mujeres y como actor que en la investigación sobre bandas que ambos realizan. Con esos elementos, los dos actores interpretan una comedia frenética. "La diferencia de edad es una parte importante de la película, pero yo no he añadido nada de mi propia cosecha en los diálogos, ni siquiera en los referentes al Viagra. Es obvio que Josh Hartnett y yo pertenecemos a mundos distintos, a su personaje le va la cultura del hip-hop y el mío, en cambio, prefiere la música de la Motown", explica.

"Me gusta mi profesión, me divierto y terminaré mi vida profesional como actor"

A Ford le sigue gustando la aventura, y a pesar del paso del tiempo no renuncia a colocarse de nuevo el sombrero de Indiana Jones: ahora compartirá reparto con Sean Connery y los dos serán dirigidos por Steven Spielberg. El guión de la cuarta parte de una de las sagas cinematográficas que le dio más popularidad está en preparación, y en el verano de 2004 comenzará a rodarse la película, según contó Ford durante una masiva conferencia de prensa.

Al igual que ocurre con otros compañeros de profesión de su país, el actor se mostró preocupado por la política exterior de EE UU, y dijo que es preciso hacer algo para "solucionar el odio que existe en Oriente Próximo hacia Occidente". "Creo que es un problema a largo plazo pero yo no tengo la solución. Sólo sé que la intervención militar no es el camino acertado, y lamento profundamente la decisión tomada por Estados Unidos".

Igual de crítico se mostró con respecto a la facilidad que hay en su país para conseguir armas, un asunto que, en su opinión, contribuye a incrementar el número de crímenes que se registran en EE UU. "Habría que cambiar la legislación al respecto, pero actualmente existen grupos de presión muy fuertes a favor de las armas y desconozco cómo se conseguirá frenar la situación".

Habló de cine, de sus proyectos y de los papeles que puede esperar un hombre maduro como él. Criticó el tipo de películas que actualmente se están haciendo en Hollywood, dirigidas sólo a un público adolescente. "A mí me gustan las películas en las que se cuentan historias que interesan a la gente, y lo que se está haciendo ahora parecen más juegos de vídeo para chicos de 12 a 20 años que historias con un trasfondo humano". "Creo que si Hollywood quiere seguir al frente del negocio del cine tendrá que ponerse al servicio de los espectadores y contar historias que interesen a la mayor parte de ellos".

Ford considera que no es una persona nostálgica y dice que, a pesar de los años que tiene, espera seguir contando con buenos papeles. "Sólo cuatro palabras: Sean Connery, Clint Eastwood".

Le gusta ser actor y lo seguirá siendo hasta que termine su vida laboral. "Me gusta mi trabajo y me divierto con él". Ni le tienta ni le atrae ponerse detrás de una cámara o subirse a un escenario. "Como actor trabajo, seis o siete meses al año, y el resto del tiempo lo dedico a mi familia. Los directores de cine trabajan uno o dos años en una película y me parece demasiado duro. Y los actores de teatro realizan una labor muy parecida a la de un trabajo de verdad, todos los días repitiendo lo mismo. Me gusta el cine porque en un instante tienes que dar lo máximo de ti mismo".

Respecto al precio de la fama, afirma que lo peor de todo es haber perdido el anonimato. "Me gustaría poder vivir como observador en vez de estar siempre siendo observado y juzgado. Nadie sabe lo que vale ser un hombre corriente hasta que dejas de serlo".

El actor también recibió ayer la insignia de oro y brillantes del Atlético de Madrid, como consecuencia del acuerdo entre el club deportivo y la multinacional cinematográfica Columbia Tristar, por el que las camisetas rojiblancas anunciarán títulos de películas como Hollywood: Departamento de Homicidios, de Ron Shelton, creador de filmes como Los búfalos de Durham o El escándalo Blaze.

Ford, al que le entregaron una camiseta del equipo con su nombre y el número 12, confesó que no tenía ni idea de qué era el Atlético de Madrid. Dijo que no es "aficionado a ningún deporte" y que está convencido de que le falta el gen deportivo: "No lo tengo, estoy seguro", comentó riéndose.

La estrella de Hollywood, en su periplo europeo para promocionar la película, viaja acompañado por su compañera sentimental, la también actriz Calixta Flockhart. Ambos pasearon ayer por Madrid intentado recuperar el anonimato que les ha robado la inmensa fama de este gran, inteligente seductor.