Un desprendimiento de rocas mata a un bañista en una cala de Girona

Tres heridos al caer las piedras a un chiringuito

Poco podían imaginar los bañistas que ayer acudieron a la tranquila cala del Senyor Ramon, situada a medio camino entre Sant Feliu de Guíxols y Tossa de Mar (Baix Empordà, Girona), que el día acabaría de forma trágica. Un desprendimiento de rocas del acantilado que protege la cala se vino encima del único chiringuito que hay en la arena. Uno de los bañistas, el ex concejal de Turismo de Palafrugell Joaquim Turró, murió, y otras tres personas resultaron heridas.

Eran las tres y media de la tarde. En ese momento numerosos bañistas se refugiaban del sol bajo las sombrillas en la terraza de...

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Poco podían imaginar los bañistas que ayer acudieron a la tranquila cala del Senyor Ramon, situada a medio camino entre Sant Feliu de Guíxols y Tossa de Mar (Baix Empordà, Girona), que el día acabaría de forma trágica. Un desprendimiento de rocas del acantilado que protege la cala se vino encima del único chiringuito que hay en la arena. Uno de los bañistas, el ex concejal de Turismo de Palafrugell Joaquim Turró, murió, y otras tres personas resultaron heridas.

Eran las tres y media de la tarde. En ese momento numerosos bañistas se refugiaban del sol bajo las sombrillas en la terraza del único bar que hay en la cala del Senyor Ramón, un lugar recóndito situado entre dos de los principales núcleos turísticos de la Costa Brava frecuentado por personas que practican el nudismo. De repente, varias piedras de gran tamaño, algunas de hasta medio metro de diámetro, se desprendieron de la pared del acantilado que circunda la cala.

Un testigo relató cómo muchos de los que estaban tomando el sol pudieron ver cómo caían las primeras piedras. "Todo fue muy rápido, pero algunos tuvimos tiempo de apartarnos en la dirección adecuada", relataba un bañistas que había logrado esquivar las rocas. Una de ellas cayó de lleno sobre Joaquim Turró, ex concejal de Turismo de Palafrugell, de 59 años, una personas muy conocida en el Empordà, implicada en numerosas actividades lúdicas de Palafrugell y propietario de una librería. La roca le golpeó en la cabeza con tanta fuerza que falleció en el acto.

Tras el accidente se produjeron momentos de gran tensión y confusión. La cala es de muy difícil acceso. Mientras se esperaba la llegada de los servicios de emergencia, una doctora de nacionalidad alemana que trabaja en un servicio de urgencias, de vacaciones en la zona, fue quien prestó a los heridos los primeros auxilios. Su rápida intervención fue determinante, según coincidieron después los equipos médicos que acudieron al lugar, para salvar la vida de una de las tres personas que resultaron heridas. En concreto, de un hombre de 54 años que fue ingresado en estado muy grave, con traumatismo craneoencefálico, en el hospital Josep Trueta de Girona.

En este centro se encuentra también un vecino de Madrid de 44 años con una lesión en la pelvis. El último herido es una joven de 29 años que permanece ingresada en el Hospital de Palamós con lesiones en las lumbares.

La doctora alemana que intervino en los primeros auxilios viaja a bordo de una caravana y va siempre equipada con material médico de emergencia, lo que le permitió incluso entubar al herido en la misma cala mientras llegaban los equipos de asistencia. El difícil acceso a la cala hizo que los heridos tuvieran que ser evacuados en helicóptero hasta los distintos hospitales.

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El concejal de urbanismo de Santa Cristina d'Aro, Ramon Vancells, calificó el accidente de "fortuito e imposible de predecir". Según el concejal, la investigación judicial deberá determinar las causas del accidente y posibles responsabilidades. También deberá aclararse si la ubicación del chiringuito era la correcta. Por ahora, el Ayuntamiento ha dicho que no tiene competencias sobre la colocación de este tipo de plataformas móviles sobre las playas y que esto depende del departamento de Costas del Ministerio de Medio Ambiente.

Tras el accidente y ante el riesgo de nuevos desprendimientos a causa de la lluvia que comenzó a caer a media tarde, los Mossos d'Esquadra acordonaron el lugar y la juez de Sant Feliu de Guíxols que lleva el caso ordenó el cierre de la cala. Fuentes de la investigación indicaron que el riesgo de desprendimientos ya era perceptible antes del accidente.

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