La reorganización de La Caixa refuerza la figura de Massanell
La reorganización de la cúpula de La Caixa orquestada por su director general, Isidre Fainé (de la que la entidad dio cuenta el pasado 24 de julio, coincidiendo con la presentación de los resultados del primer semestre de este ejercicio), refuerza la figura del director general adjunto ejecutivo, Antoni Massanell, como número cuatro de la caja, según subrayaron fuentes de la entidad.
Además de las responsabilidades que ya tenía hasta ahora en las áreas de banca electrónica y e-business, Massanell, de 48 años de edad, ha ampliado sus competencias a otras actividades como la...
La reorganización de la cúpula de La Caixa orquestada por su director general, Isidre Fainé (de la que la entidad dio cuenta el pasado 24 de julio, coincidiendo con la presentación de los resultados del primer semestre de este ejercicio), refuerza la figura del director general adjunto ejecutivo, Antoni Massanell, como número cuatro de la caja, según subrayaron fuentes de la entidad.
Además de las responsabilidades que ya tenía hasta ahora en las áreas de banca electrónica y e-business, Massanell, de 48 años de edad, ha ampliado sus competencias a otras actividades como la Integración de Sistemas, Organización, Servicios Generales, Eficiencia y Servicios Bancarios.
Como también comunicó La Caixa en julio, la reorganización amplía igualmente las competencias del director general adjunto ejecutivo, Tomás Muniesa, y de los directores generales adjuntos Fernando Ramírez y Julio Lage. Fainé ha creado dos nuevas áreas de dirección. Por una parte, la de Gestión Global de Riesgo, que dependerá de Ramírez y que tutelará los créditos de la entidad y vigilará que sus activos estén saneados, además de preservar los mecanismos de solvencia y garantía de la entidad de ahorro. Por la otra, la de Desarrollo Internacional, que dependerá de Lage.
Además, Jaume Lanaspa, hasta ahora director general de Acesa (que ha absorbido a Áurea, dando lugar a Abertis Infraestructuras), ha regresado a la entidad, de la que estaba en excedencia desde 1995, para asumir la subdirección general de recursos humanos.
La Caixa, presidida por Ricard Fornesa, cerró la primera mitad del ejercicio con un beneficio atribuido de 478 millones, un 95,6% debido a la inexistencia de saneamientos extraordinarios.